El Congreso rechaza las propuestas de modificación de la ley de Referéndum

Por un solo voto de diferencia - 162 frente a 163, más nueve votos en blanco y una abstención- fueron rechazadas ayer por el Congreso las cuatro proposiciones presentadas para la modificación de la ley de Referéndum. La votación se efectuó con papeletas, y la incertidumbre del resultado se mantuvo hasta la extracción de la última de las depositadas en la urna, que inclinó el escrutinio hacia el no. Se cree que los votos en blanco corresponden a Coalición Democrática. El debate había causado cierta perplejidad, al comprobarse que ninguno de los grupos defendía sus tesis a través de figuras relevantes, haciéndolo por medio de líderes andaluces.

Miguel Angel Arredonda, portavoz del Grupo Andalucista, afirmó que «el error con respecto al tema autonómico consistió en el planteamiento realizado por los dos partidos mayoritarios, al tratar de escudar sus partidistas decisiones políticas tras una frondosa legislación discriminatoria, en la confianza de que permanecería para siempre inalterable. Las Cortes Constituyentes de 1977 sólo trataron de quitar de en medio como fuera las dos cuestiones que le preocupaban: la catalana y la vasca ».«O cambian el título VIII e la Constitución o convertiremos la cuestión autonómica en fuente permanente de conflictos y de inestabilidad»

«No estamos de acuerdo con que la autonomía andaluza dependa de que se celebre un segundo referéndum en Almería y se tenga que ganar por la mayoría absoluta del censo electoral. No hay derecho que a Almería se le haga cumplir este requisito. ¿Por qué hay que abrumar a los andaluces de Almería con tamaña responsabilidad?».

Yáñez: "Es imprescindible un entendimiento"

Yáñez, que habló como portavoz de los grupos socialistas «y también en mi condición de presidente del PSOE de Andalucía, partido mayoritario de la región», aseguró, entre otras cosas:

«Se critica al PSOE el presentar reformas a una ley orgánica que votamos favorablemente el 28 de diciembre pasado. Los que así afirman olvidan deliberadamente que en aquellas fechas UCD no había anunciado una decisión ya tomada: la de frenar la autonomía andaluza. Esperaron hasta la aprobación en el Senado de la ley de Referéndum para hacer público el giro espectacular en su posición autonómica».

«Olvidan o pretenden olvidar que el Grupo Socialista apoyó y votó las enmiendas comunistas y andalucistas al apartado cuatro del artículo octavo, que iban precisamente en el mismo sentido que la reforma que proponemos».

«Pero, sobre todo, ocultan o pretenden ocultar las circunstancias que rodearon aquel debate. La gran aspiración de Andalucía en aquellos momentos era la celebración del referéndum del 28 de febrero, fecha que había sido comprometida en entrevista del presidente de la Junta con el presidente del Gobierno, pero cuya convocatoria, por razones evidentes, no hubiera sido posible sin la aprobación de dicha ley en esa fecha. Y al tratarse de una ley orgánica sólo los votos socialistas podrían hacer posible su aprobación. ¿Pueden imaginarse sus señorías la clamorosa campaña contra los socialistas que se pudo haber montado si hubiéramos impedido la celebración del 28 de febrero, por nuestro voto negativo o nuestra abstención a esta ley de Referéndum?».

«A la complejidad intrínseca del tema de la autonomía se suma la realidad de una mayoría en Andalucía, en la Junta, en sus parlamentarios -diputados y senadores-, en sus diputaciones y en sus ayuntamientos, que no coinciden, o mejor dicho, es opuesta a la mayoría que existe en esta Cámara. Por eso afirmamos que se impone el diálogo. Pero lo primero para conseguirlo es extraer las enseñanzas políticas del 28 de febrero, y en segundo lugar, crear un clima de credibilidad. Ni una ni otra circunstancia está, hoy por hoy, en condiciones de garantizar UCD».

«Nos queda el sabor amargo de la ausencia del PNV, que no tenemos más remedio que contabilizar entre los votos contrarios a esta proposición y, en consecuencia, contra el justo anhelo del pueblo andaluz. Recordando cómo nuestros votos, los votos andaluces y socialistas, contribuyeron decisivamente a sacar adelante el Estatuto vasco, nos resulta más dolorosa la actitud insolidaria del partido mayoritario de Euskadi. Nada puede justificar su actitud hoy en Andalucía; estamos seguros de que se sabrá tomar debida nota de ello».

Manuel Clavero, ex ministro de UCD, que milita en el Grupo Mixto, aseguró: «La experiencia demuestra que esta es una ley a través de la cual se pueden producir situaciones límite y antidernocráticas».

«La ley de Referéndum se debatió con rapidez porque sabíamos que, si no se aprobaba, nunca secelebraría el referéndum, y hoy, si se repitieran las mismas circunstancias, yo y muchos volveríamos a votar aquella ley, como la votamos muchos entonces».

«En Andalucía, la lucha y la conquista de la autonomía ha sido pacífica y a través de las urnas. Antiguos compañeros de UCD: si ganáis esta votación, volveréis a perder ante el pueblo andaluz, porque habréis votado en contra de ese pueblo. Si perdéis, también perderéis ante el pueblo andaluz, porque habíais votado en su contra. Si la proposición de reforma la votamos todos, sin vencedores ni vencidos, habréis abierto al pueblo andaluz una vía de solución para sus problemas».

Por el grupo comunista intervinieron Fernando Soto, en calidad de responsable del partido en Andalucía, y Jordi Solé Tura. El primero argumentó, en la misma línea de los anteriores, sobre la necesidad de reformar la ley de Referéndum para dar salida al problema autonómico andaluz.

Solé Tura añadió que «hay otra cuestión no menos grave, que hoy parece dormitar en un segundo plano, cuando lo cierto es que constituye un problema político y social de enorme envergadura. Me refiero al tema de Galicia».

Soler Valero: "Autonomía distinta"

En nombre de UCD intervino para oponerse a las proposiciones el diputado por Almería Francisco Soler Valero, quien afirmó que el proceso autonómico andaluz debe ser distinto, lo que no quiere decir más lento, que el de otras regiones más integradas, ya que Andalucía es la región menos vertebrada de España.

Su intervención terminó en medio de pateos y abucheos de la oposición, cuando acusó a ésta de falsear argumentos, conculcar el día del referéndum las reglas democráticas y manipular y engañar a los andaluces, «porque sólo desde el sectarismo, la ignoraneia del político de aldea y el desprecio a los intereses generales del pueblo puede rechazarse la oferta que ha hecho el Gobierno », en opinión del representante centrista.