El 41 % de los niños vascos piensa que la violencia es util, según el ministro del Interior

El Pleno del Senado celebró ayer un debate sobre orden público, seguridad ciudadana y lucha contra el terrorismo, que había sido solicitado por el Grupo Mixto de dicha Cámara. El debate fue precedido de una larga exposición del ministro del Interior, Juan José Rosón, que situó la violencia en el más amplio contexto de la crisis económico-social y la puesta en cuestión de valores hasta ahora considerados permanentes. Rosón anunció una extensa serie de medidas policiales, entre ellas el próximo nombramiento de un secretario de Estado para la seguridad, tal como se prevé en la ley de Policía; el incremento de efectivos de seguridad y el riguroso control de la violencia callejera.

Afirmó el ministro que la violencia ha pasado a ser lamentablemente un elemento más de la civilización de nuestro tiempo y que sólo terminará con ella el acuerdo pacificador de las partes en conflictos, o en su defecto, la coacción legal que todo Estado tiene el derecho y el deber de ejercitar cuando le respalda la voluntad popular.Distinguió entre violencia política, laboral, social y juvenil. De la primera dijo que se produce frecuentemente como consecuencia de enfrentamientos entre grupos de ideologías contrarias, que durante 1979 y los primeros meses de este año han sido muy numerosos, así como las manifestaciones ilegales, que han sido 2.915, frente a las 1.494 legales.

De la violencia laboral responsabilizó a los piquetes coactivos -3.042 detenidos por este motivo-, los encierros con daños a las cosas y los cierres ilegales de empresas y demás casos de coacción empresarial, entre otros motivos. Entre los fenómenos de violencia social citó las ocupaciones ilegales de viviendas que, dijo, constituyen un serio atentado contra la propiedad y una sensible perturbación de la política de distribución de bienes.

En cuanto a la violencia juvenil, destacó como escalofriante eldato de que, según un estudio del instituto de investigación sociológica y de opinión Inkerfel, el 41% de los niños vascos piensan que la violencia puede servir para conseguir cosas. De la delincuencia común dijo que ha aumentado en un 30% respecto de 1978, y en un 24% en lo que se refiere a delitos contra las personas.

Incremento del consumo de droga

Respecto al incremento, del consumo de droga, advirtió que los traficantes, en su desaprensión, mezclan la droga con sustancias que producen una rápida dependencia o que, como el talco, que se mezcla con la cocaína, puede resultar mortal.

Pasando al capítulo del terrorismo, informó que, en el período citado, la organización ETA realizó un total de 775 acciones. El número de detenidos fue de 546, de los cuales 397 de ETAm, 111 de ETApm y 38 de comandos autónomos. En cuanto al GRAPO, se realizaron 212 detenciones, de las cuales cincuenta en noviembre último, coincidiendo con su práctica desarticulación.

Sobre el terrorismo de extrema derecha, dijo que la eficacia policial en este caso es inuy superior a la obtenida frente al terrorismo de ETA, como lo demuestran los 102 detenidos durante el segundo semestre de 1979, y los noventa en lo que va de año.

Seguidamente, Rosón pasó a exponer una serie de medidas, que señaló deben ir acompañadas de una mejor relación entre la sociedad y la policía, puesto que esta es una necesidad basada en el reconocimiento de que el hombre, como ser libre, puede conculcar la ley y atentar contra los derechos de los demás.

Unidad de mando

Destacó, en el plano general, la necesidad fundamental de que exista una unidad de mando en este terreno, y señaló que, en consecuencia, con ello será nombrado en breve un secretario de Estado para la Seguridad. A continuación detalló una serie de veintiocho nuevas medidas sobre operativa policial, entre las que se contemplan las siguientes:

- Coordinación de todos los servicios de información y cuerpos, de seguridad.

- Extensión a todas las poblaciones de más de 100.000 habitantes y capitales de provincia del plan antiatracos.

- Elaboración de programas de seguridad acordes con las características de cada zona del territorio nacional.

- Control de la prostitución y la pornografia.

- Ampliación de las unidades de reserva general de la Policía Nacional y Guardia Civil.

- Plan nacional de lucha contra la droga y creacl ón de centros especiales de rehabilitación.

- Plan nacional de protección civil.

- Mejor dotación de medios técnicos y modernización y adecuación del armamento.

- Intercambio de información y técnicas con los servicios de otros países, así como con las empresas privadas de seguridad.

- Incorporación inmediata de 1.300 funcionarios del cuerpo auxiliar, que permitirá liberara otros tantos del cuerpo superior para el ejercicio de sus funciones propias.

- Creación de nuevas comisarías y puestos de Guardia Civil e inauguración durante este año del centro de proceso de datos policíales.

- Nueva regulación restrictiva de la tenencia, uso y circulación de armas y explosivos.

- Nuevo sistema de documento nacional de identidad para impedir su falsificación.

Por último anunció la creación de cinco comisiones nacionales para el estudio de otros tantos fenómenos, como son: terrorismo, violencia social y política, delincuencia y criminalidad, delincuencia juvenil, droga y delincuencia.

La oposición, disconforme

La oposición socialista se mostró parcialmente disconforme con el discurso del ministro del Interior. Concretamente los representantes del PSOE achacaron al ministro un cierto pesimismo en sus planteamientos y le reprocharon que se había ceñido exclusivamente a los temas policiales respecto al País Vasco, sin referirse al problema vasco en su conjunto.

José Manuel Duarte, del grupo socialista andaluz, afirmó que no se puede decir que con medidas policiales se resolverá el problema de ETA, ya que el terrorismo en Euskadi está imbricado en el pueblo vasco. Duarte pidió al ministro que hiciera llegar a las Fuerzas de Orden Público que la izquierda considera como héroes de la libertad, al lado de todos los que la defendieron a lo largo de la historia, a quienes vestidos de uniforme han muerto en nombre de ella.

Juan José Laborda, también del PSOE, dijo que no se puede reducir el problema vasco a la dimensión policial sin hacer una mención a la profundización de la autonomía, entre otras medidas políticas.

Rosón replicó que no es su cometido tratar el problema vasco, sino el del terrorismo vasco, que es distinto, y añadió que la cuestión política vasca consiste en sacar adelante una autonomía ya creada, pero sin jugar con la posibilidad de nuevos marcos autonómicos o nuevas amnistías. «Además, para hablar del problema vasco sería necesario que estuviera aquí un grupo al que el pueblo le ha dado la representación », alud lendo a los parlamentarios del PNV, ausentes de las Cortes.

Apoyo al Gobierno

Alfredo Marco Tavar, de UCD, apoyó al ministro, y desde su condición de vasco admitió que no sólo son útiles las medidas policiales, aunque no se puede decir que el Gobierno no ha tomado medidas políticas, si bien siempre se pueden profundizar éstas. Se extendió sobre el clima de intimidación y temor que el terrorismo ha implantado en el País Vasco, y terminó aventurando que su propio discurso le será apuntado en el pasivo de su propia ficha, que ciertos grupos realizan.