Carter, con la nominación demócrata asegurada, recibe hoy a Kennedy
Al término de las elecciones primarias en Estados Unidos, primera etapa en el largo proceso de la campaña electoral para la presidencia, tres candidatos se perfilan como serios aspirantes a la Casa Blanca. Su actual inquilino, el demócrata Jimmy Carter; el republicano Ronald Reagan, a quien todos los sondeos dan como futuro presidente, y el candidato independiente, John Anderson.Carter cuenta con 1.962 delegados (necesitaba sólo 1.666) para su nombramiento como candidato demócrata después de sus triunfos en Ohio, Montana y Virginia occidental. Sin embargo, el batallador Edward Kennedy no pierde sus esperanzas, gracias a sus victorias del martes en California y Nueva Jersey, y decide contlnuar su campaña, lo que provoca serios revuelos en el interior del clan demócrata. Sobre todo, en un moniento en que se concreta la posibilidad de una victoria republicana con Reagan,
Carter y el senador Edward Kennedy se verán esta tarde en la Casa Blanca, por primera vez desde el inicío de su lucha electoral. «Es muy importante que nos reencontremos», anunció ayer el presidente. «Tengo la intención de ver cómo podemos trabajar juntos», añadió. El senador telefoneó dos veces al presidente. La conversación, explicó Carter, fue «cordial».
Pasa a página 3
Carter ofrece la cooperación y unidad demócrata para hacer frente al empuje electoral de Reagan
Viene de primera páginaLlegó el momento de renovar la «amistad y la cooperación», dijo el presidente Carter, celebrando su victoria en compañía de su esposa y varios centenares de seguidores. El senador Edward Kennedy no parece dispuesto a ello. Todo lo contrario. «Millones de norteamericanos han votado por mí. Seguiré mi campaña hasta la convención y hasta la victoria presidencial en noviembre», dijo Kennedy ante sus entusiastas seguidores.
«Carter proclama su victoria con base a la proyección del número de delegados, pero todo puede cambiar durante las diez semanas que todavía preceden a la Convención Nacional Demócrata en el Madisson Square, de Nueva York», dijo Richard Drayne, uno de los portavoces de la candidatura de Kennedy. Es evidente que todos los esfuerzos del senador demócrata irán en pro de una convención «abierta», aunque nadie cree seriamente que sea capaz de revocarla nominación de Carter.
Las diferencias entre los demócratas potencian el bando republicano. La nominación de Reagan en la convención republicana del 14 al 17 de julio en la ciudad de Detroit serán un puro trámite. A sus 69 años el ex gobernador de California confía plenamente en ser el nuevo presidente de Estados Unidos. Reúne detrás suyo a todo el GOP (Grand Old Party), que aspira a recuperar la Casa Blanca, perdida en 1976, tras los mandatos de gestión con Richard Nixon y Gerald Ford. Reagan critica severamente a Jimmy Carter, por su falta de «liderazgo», sus incongruencias en la gestión presidencial y su política «inhumana» e «flógica» en materia económica. «Carter quiere reducir la inflación a costa de elevar el paro», declaró Reagan en su cuartel general de Los Angeles, comentando los resultados de las primarias del martes, que fueron un paseo triunfal para Reagan, a falta de adversarios.
Ronald Reagan, a quien muy pocos comentaristas políticos daban credibilidad en el momento de comenzar la campaña el 21 de febrero con las primarias del Estado de New Hampshire, ha sido el hombre que con su sonrisa forzada de ex actor cinematográfico y su tupé siempre bien peinado, ha sumado victoria tras victoria, dejando en la cuneta electoral a otros candidatos republicanos de talla, entre los que destacaban el ex embajador y ex director de la CIA, Georges Bush, y el republicano
John Anderson, convertido actualmente en el «tercer hombre» de las presidenciales estadounidenses.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.