_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Después del voto de censura

Ayer, festividad de los santos Marcelino, mártir, y Nicolás, los dirigentes sindicales del mismo nombre, secretarios generales de CC OO y UGT, respectivamente, suscribieron un acuerdo para convocar unitariamente la celebración de elecciones sindicales. Estos comicios, segundos de la nueva etapa democrática en nuestro país, tendrán lugar en el período comprendido entre el 15 de octubre y el 30 de noviembre próximos.El acuerdo, importante por sí mismo, pone de relieve la efectividad de un deseado entendimiento entre las dos primeras fuerzas sindicales, dificultado hasta ahora por las pugnas hegemónicas que ambas formaciones no han sido capaces de superar en el tránsito de la clandestinidad a la legalidad constitucional.

No obstante los reiterados intentos de la central comunista para reunirse con UGT durante los últimos tiempos, este último sindicato no accedió a aquellas intenciones y rehusó constantemente compartir el protagonismo derivado de la firma del acuerdo-marco, primero, y la victoria obtenida en significativas empresas, después.

Curiosamente, tras el apoyo comunista al voto de censura presentado por los socialistas contra el Gabinete Suárez, ayer fue posible el encuentro y, finalmente, el acuerdo.

La convocatoria de elecciones sindicales, oportunas en el actual momento socioeconómico, resultaba urgente ante el confusionismo surgido con la celebración de comicios parciales, en los que cada sindicato informaba de sus respectivas victorias, contribuyendo de esta manera al oscurantismo de representatividad que aún padece el panorama laboral español.

De otra parte, este intento de aproximación entre los modelos sindicales que postulan comunistas y socialistas podría redundar en beneficio de las posibles soluciones a los graves problemas que tiene hoy el mundo del trabajo, principalmente el paro.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_