Sin respuesta clara
(...) Hace unos días, en esta misma columna, pedíamos al candidato Felipe González que respondiera a un buen puñado de preguntas sobre problemas que preocupan a los españoles. Hoy, tras un rápido repaso a su discurso, tenemos que decir que no ha respondido. A nuestro juicio, se ha limitado a repetir las preguntas, eso sí, quitándoles el signo de interrogación. (...)Para lograr todo esto, el señor González se ha limitado a ofrecer pocas y nada concretas fórmulas. Apenas ha hablado de un plan cuatrienal de inversiones públicas y fomento selectivo de las privadas, con la ampliación de la infraestructura de los servicios públicos y el control de calidad en la producción; apenas ha aludido -eso sí es socialista- a la nacionalización de la red de alta tensión, al referirse al sector energético; apenas ha insinuado la necesidad de un plan económico anual, que acompañe a los presupuestos generales del Estado, al aludir al gasto público.
No quisiéramos ser excesivamente críticos, pero, evidentemente, los problemas que bullen en la crisis que estamos padeciendo no son problemas de programas, sino de realizaciones. El cuadro que nos presentó ayer Felipe González nos parece idóneo para el momento económico, social y hasta político -en este punto abrevió su parlamento- que estamos viviendo. Sólo que no se trata de un programa alternativo, sino el mismo, matiz más, matiz menos, del partido actualmente en el Gobierno.
Pero para la cuestión esencial: cómo se pueden resolver, en un breve plazo, los grandes problemas que tiene España planteados -algunos de los cuales fueron mencionados por el señor González-, no hubo una clara respuesta.
29 de mayo
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