La izquierda retrasa el plan de urgencia de la Junta

Las discrepancias entre los partidos de izquierda podrían impedir que la Junta de Andalucía cumpliese el compromiso, ratificado en su última reunión plenaria, de presentar un plan de urgencias al Gobierno antes del próximo 15 de junio. Dos días después de presentarse públicamente el proyecto del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), los especialistas del Partido Socialista de Andalucía (PSA) han dado a conocer el suyo, sustancialmente distinto. Falta aún por conocerse la aportación comunista a este hipotético programa común.El programa expuesto por el PSA contempla, frente a un plazo único de tres años ofrecido el lunes por los técnicos del PSOE, el establecimiento de objetivos a corto, medío y largo plazo, hasta un período final de diez años. El plan económico urgente, con una duración de dieciocho meses, requeriría una inversión de 345.000 millones de pesetas para crear 158.000 puestos de trabajo, frente a los datos del proyecto socialista: 300.0 millones por año para crear en 80.000 y 100.000 puestos.

Pero las diferencias no son solamente de cuantificación y previsiones, con ser éstas muy importantes, sino que afectan también a los criterios esenciales que han regir el plan de urgencia. En lo que se refiere, por ejemplo, a la política industrial a seguir, el documento del PSOE explica textualmente que «el esfuerzo ha de centrarse especialmente en aquellos sectores industriales de empleo intensivo mano de obra, cuya relación

capital-trabajo sea baja, tales como las industrias agroalimentarias,

construcción, etcétera».

Según los socialistas, la instalación de empresas agroalimentarias y conserveras permitirá absorber la mano de obra excedente del campo y los productos del sector agrario, mejorando la competitividad de la región, en tanto que las inversiones en la construcción «son interesantes, además de por su baja relación capital-trabajo, por su fuerte efecto multiplicador».

Los expertos del PSA analizan los dos subsectores industriales citados, pero justamente en sentido opuesto al PSOE. Para los nacionalistas, la industria alimentaria tiene una muy escasa capacidad de creación de nuevos puestos de trabajo, aparte del considerable desempleo encubierto que aún

queda en la agricultura.