Moderada satisfacción argelina por la postura española sobre el Sahara

El séptimo aniversario de la revolución saharaui ha suscitado un comentario moderado de la agencia oficial de prensa argelina en tomo a la posición del Gobierno español sobre el conflicto del Sabara occidental. Esta actitud contrasta con los duros reproches del Polisario hacia un pasado en el que se incrimina la conducta de España y se piden nuevos gestos a las autoridades de nuestro país.

La agencia de prensa argelina estima, sin embargo, que España se ha colocado manifiestamente, del lado del pueblo saharaui a partir de la visita efectuada a Argel por el presidente Suárez el año pasado, en el curso de la cual anunció que para Madrid el problema es un caso evidente de descolonización.El citado medio admite, por primera vez, que la comunicación oficial hecha por el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, al secretario general de la Organización para la Unidad Africana (OUA), Edem Kodjo, en vísperas de la cumbre de Monrovia, supuso un «apoyo incondicional de España a la organización africana, para restablecer al pueblo saharaui en el uso de sus legítimos derechos».

La agencia argelina subraya que la posición de Argel, en lo que concierne al respeto a la carta de la OUA, es «la misma que la de España y de Mauritania» y que las tres partes siguen preocupadas por la descolonización efectiva.

La política de recriminaciones agudas, enmarcadas en un contexto propagandístico de las tesis defendidas por Argelia, con escasa relación, en ocasiones, con el lado pragmático del proceso político, parece haber dejado la vía abierta a una mejor comprensión de las coordenadas de la política exterior española sobre el tema, aunque no todo sean consideraciones. Un punto cargado de tintes negros es el convencimiento que aquí tienen los argelinos de que el giro dado por Guinea Ecuatorial, al dejar de reconocer a la RASD, es inexplicable sin la complicidad de Madrid.

Dentro del análisis que defienden los observadores argelinos en torno a la situación política de Marruecos, y las incidencias que en ella tiene el, desarrollo del conflicto del Sahara, es sintomático advertir que no se descarta que una parte de la alta oficialidad marroquí se sienta motivada por una «salida honorable» de la guerra, a través de una serie de presiones sobre el monarca alauita, al que aquí se continúa acusando de ser el tapón que impide una solución diplomática.

La OUA

Ante la perspectiva de un reconocimiento de la RASD por parte de la OUA, el terna de una cumbre extraordinaria de esa organización, para tratar la crisis del Sahara, no parece tener posibilidad de materializarse. El presidente gabonés, Omar Bongo, había tratado, al parecer, de «resucitar» tal iniciativa durante su visita a Argel; pero, en opinión de fuentes solventes, sus interlocutores argelinos habrían significado que la idea ha sido «rebasada por los últimos acontecimientos».