Nuevas elecciones generales en Japón tras la derrota parlamentaria del Gobierno
El primer ministro japonés, Masayoshi Ohira, decidió ayer disolver el Parlamento y convocar elecciones generales, tras un voto, de confianza en el que las «familias» de su propio Partido Liberal Democrático se pronunciaron contra él. La disolución afecta a la Dieta, o Cámara baja, del Parlamento, principal cuerpo del poder legislativo japonés. Según la Constitución japonesa, el Gobierno tiene diez,días para convocar elecciones generales en un plazo de cuarenta días. Los observadores opinan que los comicios, segundos en siete meses, se celebrarán el 22 de junio.La moción de censura presentada por el Partido Socialista, con respaldo de los cinco restantes grupos de la oposición, incluido el Partido Comunista, fue aprobada por 243 votos contra 187. Unos cuarenta diputados del Partido Liberal Democrático, seguidores del ex primer ministro Takeo Miki, se abstuvieron en la votación.
El Partido Socialista nipón alegó, al solicitar la votación de confianza, que el Gobierno de Ohira fracasó en su lucha contra la inflación, descuidó las necesidades sociales del país, se vio implicado en numerosos casos de corrupción y actuó contra la voluntad del pueblo, al ceder antes las exigencias norteámericanas de incrementar el presupuesto de defensa de Japón.
Considerando que los grupos independientes apoyan a Ohira, muchos de los 256 diputados del Partido Liberal Democrático votaron en contra del Gobierno o se abstuvieron.
Estos desertores estuvieron encabezados por los ex primeros ministros Takeo Miki y Takeo Fukuda, tradicionales enemigos políticos de Ohira.
Takeo Miki, el hombre que provocó la derrota del Gabinete, al negarle el apoyo de una importante facción de su propio partido, es desde hace tiempo enemigo político de Ohira. Miki, que se vio forzado a presentar su dimisión a raíz de las graves pérdidas que el Partido Liberal Democrático sufrió en las elecciones parlamentarias de 1976, fue contrario a la elección de Ohira para la jefatura del partido, en diciembre de 1978. En aquel entonces, Ohira logró desbancar a su directo rival, el también ex primer ministro Takeo Fukuda.
Profunda crisis política
La moción de censura es la primera aprobada en Japón desde hace veinticinco años, y refleja la profunda crisis política por la que atraviesa este archipiélago de 112 millones de habitantes.El Partido Liberal Democrático, que ha gobernado Japón sin interrupción desde 1955, ha sufrido continuamente, pero sobre todo en los últimos tiempos, las consecuencias de las cinco grandes «familias» existentes en su seno.
Ya en octubre pasado, Miki y Fukuda pidieron a Ohira la dimisión, tras una elección parcial en la Cámara baja, en la que el PLD perdió escaños. Sin embargo, Ohira se aferró aún más al poder y reforzó las posiciones de su «clan».
Tras la derrota del primer ministro, Fukuda declaró ayer que la derrota del PLD se había debido a la «arrogancia» de Ohira, y expresó la posibilidad de acudir a las elecciones formando un grupo independiente.
La Cámara alta del Parlamento, de menor importancia política, debe celebrar el 29 de junio elecciones parciales para renovar la mitad de sus 252 escaños.
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