Praga renueva su compromiso político-militar con Moscú
Checoslovaquia celebró el 35 aniversario de la derrota nazi subrayando su fidelidad a la URSS y atacando la política de los países de la OTAN, especialmente de la República Federal de Alemania (RFA).
En Praga tuvo lugar el mayor desfile militar de la historia de Checoslovaquia, en el que participaron, entre otro equipamiento militar, tanques soviéticos de antes de la guerra, T-34, y de posguerra,T-54, helicópteros, cazas Mig 21, bombarderos Mig 23, unidades antiaéreas, unidades de artillería pesada, cohetes de 122 milímetros y cañones sobre tanques.
El secretario general del Partido Comunista checoslovaco y jefe de Estado, Gustav Husak, que presidió el desfile, dirigió el pasado jueves un telegrama de felicitación a Breznev por la contribución de la URSS a la victoria sobre el nazismo en Checoslovaquia.
Por su parte, el ministro de Defensa, Martin Dzur, se refirió a la presencia del «bloque agresivo de la OTAN».
Todo esto, dijo Dzur, obliga a Checoslovaquia a preocuparse «de la capacidad defensiva de nuestro país y de la preparación multilateral de las fuerzas armadas checoslovacas».
El órgano oficial del partido, Rude Pravo, acusó a la RFA de haberse convertido en la «punta de lanza de la OTAN», lo que ha significado «la destrucción del último puente dirigido a unificar Alemania sobre bases democráticas y hacia el sistema colectivo general de seguridad en Europa».
El ministro de defensa checoslovaco había subrayado en su discurso que «Checoslovaquia es un firme eslabón del vínculo defensivo, militar y político del Tratado de Varsovia».
Asimismo, el jueves fue decretada una amnistía con ocasión del 35 aniversario, que alcanzará a todos aquellos delitos con una pena no mayor a un año de prisión.
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