Los obispos españoles no concretaron su posición sobre el divorcio

Seis puntos sobre enseñanza, patrimonio artístico y cultural de la Iglesia, asuntos jurídicos, revisión de la marcha de la conferencia, información de los presidentes de las comisiones e informes económicos, constituyen el comunicado oficial de la 74º reunión de la Comisión Permanente del Episcopado Español, cuyas sesiones concluyeron ayer. En cuanto al divorcio, el tema queda incluido en dos de los informes, «pero de momento no es posible concretar por no haber normas definitivamente elaboradas» precisó el vicepresidente de la Conferencia Episcopal.

Monseñor Cirarda, arzobispo de Pamplona y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, presentó la nota informativa a los periodistas, en sustitución de monseñor Montero, presidente de la comisión de medios de comunicación social, que excusó su asistencia por su reciente nombramiento como obispo de Badajoz. Temas como «desviaciones doctrinales en centros y publicaciones dependientes de la jerarquía o la problemática de los centros educativos de la Iglesia en el momento actual», que algunas agencias de noticias señalaron como incluidos en el programa de estudio de esta reunión, no han sido tratados, según afirmó monseñor Cirarda.Según el comunicado y las aclaraciones de monseñor Cirarda, monseñor Yanes informó sobre un libro escolar de formación religiosa para niños de 5 a 7 años y otras cuestiones relacionadas con el nuevo sistema en materia de clases de religión en EGB y BUP y enseñanza profesional, de conformidad con los acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español y dentro del marco de la Constitución.

Se han estudiado directrices acerca de instalaciones y servicios de archivos eclesiásticos y de obras de arte propiedad de la Iglesia, sobre lo cual se estima que la Conferencia Episcopal y el Gobierno debe tratar en breve dentro de la Comisión Mixta prevista, con el fin de articular formas de acceso de los ciudadanos a dichas instalaciones, protección y conservación de las mismas, etcétera.

La revisión de la marcha de la Conferencia Episcopal se refirió tanto a los problemas pastorales como a los métodos de trabajo y, principalmente, en la posible reestructuración de las comisiones episcopales y en los procedimientos de renovación de cargos de la conferencia, que ha de hacerse a principios de 1981. Se han aprobado unas líneas de acción propuestas en el trabajo realizado por los obispos de Oviedo, Zaragoza y Huelva, encargado al efecto, y que deberá aprobar el pleno del Episcopado en noviembre. Ningún cargo podrá ejercerse durante un cuarto trienio de mandato y, para el tercer trienio, será precisa la elección por mayoría de dos tercios.

Los informes de las comisiones se han referido «al movimiento seglar que hoy necesita la Iglesia en España»; «la revisión de la programación religiosa en RTVE», considerada actualmente como «Cuatro o cinco veces inferior a la de otros países europeos, en contraste con la notable inflación de años anteriores», «preparativos de una asamblea plenaria del Episcopado sobre las relaciones mutuas entre obispos y religiosos de acuerdo con la normativa del documento pontificio Mutuae Relationes»; el examen de «las incidencias de la implantación de los entes autonómicos en la vida de la Iglesia», el cual, según fue explicado, requiere también estructurar sistemas de funcionamiento y, en este sentido, monseñor Cirarda puso el ejemplo de la suspensión de la festividad del Corpus en Cataluña por Tarradellas. Finalmente, en este apartado, se alude al «estudio de algunas normas sobre la actitud pastoral con los bautizados que pueden encontrarse en situación matrimonial irregular».

Monseñor Cirarda, aludiendo al divorcio, aclaró en este aparta do que «tendrá que precisarse esta normativa, pero la postura de la Iglesia, con aquellos que se alejen de ella, no podrá ser, digamos, la de permitirles el acceso a la Eucaristía, pero tampoco la de repudiarlos de forma rotunda, si no brindarse en su ayuda». Por otra parte, el punto tercero del comunicado, referente a asuntos jurídicos, reseña la presentación de distintos estudios de la comisión de juristas del Episcopado sobre «varios puntos relaciona dos también con los acuerdos entre la Santa Sede y el Estado es pañol, que se refieren a la legislación comparada matrimonial canónica y civil, certificación de matrimonios canónicos para su inscripción civil, registro de asociaciones, etcétera». Monseñor Cirarda explicó, como ejemplo, la problemática que plantea la diferencia de edad permitida para el matrimonio civil (dieciocho años) y las del canónico (dieciséis para hombres y catorce para mujeres), así como la posibilidad de incurrir en bigamia por parte de quien, casado por lo civil, desee casarse posteriormente con otro cónyuge por la Iglesia, ya que ésta, actual mente, no admite como impedimento dicha circunstancia. «Esto se ha resuelto en otros países y aquí hay que solucionarlo también», precisó.