Creciente rechazo al trasvase de agua para Tarragona

Continúa creciendo la polémica y la oposición al proyecto de llevar aguas del Ebro a la industria de Tarragona, en el que ya se conoce en Aragón como el minitrasvase del Ebro. Desde que el pasado 14 de marzo se firmó el proyecto de decreto-ley para su envío a las Cortes han sido varios los partidos políticos y agrupaciones tanto aragoneses como catalanes que solicitan que el citado proyecto sea devuelto al Gobierno.

En este sentido, acaba de pronunciarse la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (ARAGA), organización campesina de signo moderado, quien, además de expresar la más rotunda negativa a que se realice el trasvase, critica las opiniones de un consejero de la Diputación General de Aragón, que habló de la necesaria solidaridad de Aragón con otras comunidades. «Bajo ningún concepto podemos admitir que se nos diga públicamente que nuestra región debe seguir siendo solidaria con el resto de España», dice el comunicado de ARAGA, «mientras un solo trozo de tierra aragonesa tenga que seguir cultivándose esperando el agua del cielo».

El proyecto de trasvasar agua del Ebro a Tarragona fue analizado, con anterioridad a su formación oficial, por la llamada Coordinadora del Valle del Ebro, compuesta por más de trescientas asociaciones, la mayor parte de ellas de la provincia de Tarragona. Según los estudios de esta coordinadora, corroborados posteriormente por buena parte de quienes se oponen al proyecto, las aguas del Ebro irían destinadas a abastecer la industria de Tarragona y no a las necesidades agrícolas ni de la población.