"Operación Deseo"
El país necesita luz y taquígrafos. Por eso, debe congratularse por la vista, ayer, del consejo de guerra sobre la «operación Galaxia». Los acusados serán inocentes o no, según dicte el tribunal; pero, en cualquier caso, el país debe saber qué pasó en aquella presunta conspiración y, en consecuencia, vacunarse para lo que otra vez pudiera suceder.No puede banalizarse el tema. La reunión de un grupo de militares en la cafetería Galaxia. hace año y medio, ha sido calificada por los dos procesados como «una simple conversación de café, una especie de obra de teatro». ( ... ).
Sin haberlo pretendido sus autores, esa declaración de deseos reprimidos es terriblemente inquietante. Querer no es poder, por supuesto. Y aunque lo hubiesen querido, los presuntamente conjurados en la cafetería Galaxia. nada habrían podido hacer, con sus escasísimos medios y su nula operatividad. Se trataría, como alguien lo definió, de un «golpe de opereta».
Sin embargo, insistimos, la posibilidad de que deseos semejantes aniden en el ánimo de algunos militares, a despecho de que ellos mismos se los repriman, no deja de causar zozobra. La cualificada misión del Ejército incapacita a aquellos de sus hombres que no sepan tener el ánimo bien templado. Exige de ellos el estar al día para repeler una eventual agresión y, en cambio, hacer de la paz un ejercicio cotidiano de convivencia. ( ... )
7 de mayo
