Fiat considera aún la posibilidad de seguir en Seat
La multinacional italiana Fiat aún no ha decidido nada respecto a si acudirá o no a la ampliación de capital que, de acuerdo con el contrato suscrito con el Instituto Nacional de Industria español, debería cubrir antes del próximo 31 de mayo. Tras una primera intención de no hacerlo, Fiat podría estar considerando ahora otra opción. Mientras tanto, el presidente de Seat, Juan Miguel Antoñanzas, en unas declaraciones, ha querido desdramatizar la situación, al tiempo que ha asegurado la vida de la empresa con su plantilla actual.
Para salir al paso de las informaciones aparecidas en parte de la Prensa española (véase EL PAIS de 24-4-1980), aunque no de forma oficial, Fiat ha hecho saber que su situación económica no es mala. Pero la empresa italiana reconoce, en un documento enviado a sus accionistas -y al que ha tenido acceso EL PAIS- que en el pasado ejercicio la pérdida de productividad supuso el 12%, lo que representa alrededor de 200.000 coches menos. En ese documento, Fiat se queja de las horas perdidas por los conflictos laborales en sus fábricas de Italia, que supusieron no menos de nueve millones de horas perdidas.Al mismo tiempo, en el documento enviado a sus accionistas, la dirección de la multinacional italiana reconoce haber producido 20.000 coches menos que en el año 1978, aunque los fabricados fuera de Italia supusieron un incremento tan importante que el saldo total fue muy favorable. De cualquier forma, la queja de la dirección de Fiat radica en que, habiendo crecido las ventas en Italia en un 6%, la empresa italiana sólo subió el 4%.
Al margen de desmentir la mala situación económica por la que atraviesa Fiat, la multinacional italiana ha hecho saber que la duda sobre si acudirá a la ampliación o romperá unilateralmente los contratos firmados con el INI no estriba en los compromisos con el Partido Comunista italiano -compromisos a los que Fiat califica de ciencia-ficción-, sino por la política que debe seguir la empresa ante la nueva orientación del mercado automovilístico mundial.
Finalmente, Fiat parece estar pendiente de los acuerdos entre el INI y Toyota, por estar preocupada la empresa italiana por el incremento de la presencia de los japoneses en el mercado europeo. Estos contactos -iniciados por el INI cuando la multinacional italiana comenzó a dar señales de que quizá rompería sus acuerdos con el Gobierno español-, para Fiat, podrían resultar determinantes de cara a la decisión final, que deberá tomarse antes del próximo día 31 del presente mes de mayo.
Sin embargo, el INI tendrá que esperar a esa fecha para llegar a cualquier hipotético acuerdo con una multinacional japonesa o con el grupo alemán VAG, porque hasta entonces Fiat tiene siempre la posibilidad de cumplir los compromisos, por lo que difícilmente esto podrá afectar a la decisión de la multinacional italiana.
Por su parte, el presidente de Seat, Juan Miguel Antoñanzas, en un intento de tranquilizar y desdramatizar la situación, hizo el pasado martes unas declaraciones en las que aseguró la producción de coches con patente Fiat con tiempo ilimitado y con independencia de la postura de la empresa italiana en la ampliación de capital previamente acordada. Asimismo, el presidente de Seat garantizó el presente y el futuro de Seat como empresa y de sus 32.000 trabajadores.
Juan Miguel Antoñanzas dijo también que la reestructuración de Seat, comenzada hace dos años, quedará prácticamente concluida al final de éste. Para entonces se habrán invertido 50.000 millones de pesetas -de los que sólo quedan 10.000-, y Seat contará con una fábrica en Landaben (Navarra) de doble capacidad a la que tenía antes, moderna y funcional, y con una nueva fábrica de cajas de cambios, en el Prat de Llobregat (Barcelona), dotada de la más moderna tecnología. Eso, en opinión del presidente de Seat, hará que la empresa sea más rentable.
De cualquier forma, fuentes próximas al área económica del Gobierno español consultadas por EL PAIS parecen ver ciertas posibilidades de que Fiat finalmente cumpla los acuerdos. Aunque en un primer momento parecía -siempre a nivel especulativo- que la multinacional italiana no acudiría de ninguna manera a la ampliación de capital, que finaliza el próximo día 31 de mayo, en este momento parece haberse detectado ciertos indicios que parecen confirmar el cambio de opinión de Fiat. Así, Fiat, ante el temor de la instalación en España de un grupo japonés, ante la posibilidad del escándalo a nivel internacional si Seat lleva el caso ante el Tribunal Internacional de París y ante la posibilidad de que, una vez cubierta la parte correspondiente en la ampliación -unos 3.000 millones de pesetas-, la empresa italiana podría estar en condiciones de presionar al Gobierno español para obtener ventajas económicas, de adjudicar las pérdidas de Seat -unos 15.000 millones de pesetas- al INI o de forzar a una reestructuración que llevase a una reducción de hecho de la plantilla, Fiat podría finalmente cumplir los compromisos firmados en junio del pasado año.
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