_
_
_
_

La muerte de Tito

Josip Broz, conocido universalmente como Tito, el nombre que se dio como activista comunista en 1920, adquirió una pequeña plaza en la historia como un duro líder de la guerrilla yugoslava, que combatió al Ejército alemán eficazmente durante la segunda guerra mundial. Ganó el reconocimiento como una de las mayores figuras del siglo XX sólo después de 1948, el año en que él y sus camaradas del partido comunista yugoslavo salieron del hasta entonces monolítico movimiento comunista internacional. El triunfo de Tito no consistió en el abandono del campo soviético; no tenía otra elección, pues fue expulsado. Mas bien consistió en permanecer fuera de ese campo sin comprometerse con el otro.Tito dirigió a sus guerrilleros para garantizar que él y sus militantes comunistas asumirían el poder después de la guerra. Para proteger este poder se unió con Nasser, de Egipto, y con Nehru, de India, para formar el movimiento no alineado,- un bloque en el cual Yugoslavia no corría peligro de perder su independencia. Pese a que este movimiento no alineado,dejó mucho que desear, inclusive para Tito, sirvió perfectamente a sus fines durante toda su vida. Su influencia disminuyó, como se hizo evidente en la última reunión del movimiento en La Habana, y la Unión Soviética aumentó su influencia entre muchos miembros. Pero, para las intenciones de Tito, no alineamiento, buenas relaciones con Occidente y un ejército fuerte y decidido, eran suficientes. A salvaguardarse de un ataque de los rusos.

Tito forjó lazos duraderos entre seis repúblicas muy diferentes en las que se hablan tres lenguas y se emplean dos alfabetos. Reformó la economía yugoslava, descolectivizó la agricultura y desarrolló un sistema de autogestión y libre empresa, que es conocido con el nombre de socialismo de mercado. Fue un marxista durante toda su vida, pero creyó que el marxismo era en un 99% acción y en un 1 % teoría. Combatió con los bolcheviques en las calles de Petrogrado, sirvió como agente del Komitern, organizó a los trabajadores en Yugoslavia y, desde 1937, fue el secretario general del partido comunista yugoslavo. ( ... )

Su muerte deja un vacío en Yugoslavia.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

5 de mayo

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_