Desacuerdo entre la Administración y los vecinos de los barrios en remodelación

No hubo acuerdo en la reunión celebrada ayer entre los representantes de la Coordinadora de Barrios en Remodelación y del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, presididos éstos por el titular del departamento, Jesús Sancho Rof. La sesión negociadora, que tuvo una duración cercana a las tres horas, era considerada con anterioridad a su comienzo como definitiva en orden a lograr encontrar una solución global que terminara con los constantes enfrentamientos entre la Administración y los veintiocho barrios madrileños que se encuentran en proceso de remodelación o están a punto de iniciarlo.La reunión de ayer se suponía en un principio que serviría para limar las últimas asperezas entre vecinos y Administración. Era continuación de la celebrada el día 28 del mes pasado, y en ella se iban a abordar los ocho puntos a los que al final ha quedado reducida toda la negociación: declaración de urgencia para las tramitaciones de expediente de remodelación, constitución de unos entes gestores de las remodelaciones por zonas, acuerdo sobre las superficies y calidades constructivas de las viviendas, celebración de concursos conjuntos de proyecto y construcción para poder tener seguridades en cuanto a plazo de ejecución de las obras y precio final de las viviendas -aunque siempre bajo control vecinal-, programación de las sucesivas fases de remodelación de cada barrio, precios de los pisos, precios iguales para todas las fases, aunque éstas se demoren en el tiempo, y posibilidad de relizar una valoración de las actuales viviendas en igualdad con las que resulten de la remodelación a efectos de expropiación de aquéllas.

En un principio, el acuerdo entre ambas partes fue prácticamente total, sobre todo en lo referido a la declaración de urgencia de los expedientes y en el establecimiento de siete gerencias de zonas de barrios en remodelación

Sin embargo, el desacuerdo comenzó a aflorar en el momento en que se entró a estudiar la superficie de las viviendas y el ministro insistió en no aceptar el proyecto previsto y aprobado en principio para la segunda fase de la remodelación de la meseta de Orcasitas, por cuanto, al aumentarse en gran medida la superficie de las viviendas, su coste global se ve incrementado en 152 millones de pesetas.