Vladimir Holan, una voz checa para la poesía del siglo XX
El día 31 de marzo murió en Praga el poeta Vladimir Holan. «Hablad con cualquiera en su tierra" dijo Aragón, «se sabe que es el árbol más alto del bosque checo, el que está más cerca de las tormentas, y sus ojos, naturalmente, reflejan los relámpagos». Pero Holan no es solamente el mayor de los poetas checos contemporáneos, sino probablemente una de las voces poéticas más profundas y originales que ha dado nuestro siglo.
VIadimir Holan nace en Praga en el año 1905, por lo que durante su infancia vive tanto la aparición del futurismo y el dadá como la revolución rusa, factores ellos fundamentales para entender su obra y su pensamiento. En 1911 se traslada con su familia a vivir a Bela, al pie del monte Bezdez, donde estudia latín y su espíritu despierta al sentimiento de fugacidad de las cosas, llegando a pensar incluso en la vida monástica. A los quince años regresa a Praga, acaba el bachillerato y busca trabajo, consiguiendo, gracias a una recomendación del poeta Josef Hora, un puesto en una compañía de seguros. En 1933 es redactor de la revista Zivot (Vida), y en 1939, de la revista del teatro de E. F. Burian, Programa D.40, donde permanece un año, después del cual se dedica por entero a la literatura.Entre sus actividades de estos momentos cabe destacar su importante labor de traducción, siempre en colaboración con especialistas de las diversas lenguas, y de modo concreto, la de la Fábula de Polife mo y Galatea, de Góngora. Todavía hoy se recuerdan en Praga las acaloradas discusiones y los gritos de entusiasmo de Holan cuando trabajaba en ella, junto a Vaclav Cerny, en el café Slavia.
Mientras tanto, el poeta ha viajado por Italia (1929) y París (1937), y ha publicado sus primeros libros: Abanico en delirio, Triunfo de la muerte, Arco, Piedra, vienes, Trueno. Cuando publica el primero de ellos, en 1926, el movimiento poético lanzado en Praga por Karel Teige y Vitezlay Nezval, llamado poetismo, próximo a dadá, está a punto de entrar en crisis. Algunos de los poetas pertenecientes al grupo se pasarán al surrealismo, como Nezval; otros, como reacción, empezarán a moverse en terreno metafísico: Seifert, Biebl, Halas. Sin pertenecer a estos movimientos, Holan no es ajeno a ellos, los asimila y les da una nueva dimensión. Por otra parte, los acontecimientos que se suceden a partir de 1930, subida de Hitler al poder (1933), Conferencia de Munich (1938), ocupación nazi de Checoslovaquia (1939), estallido de la segunda guerra mundial (1940), influyen profundamente en el pueblo checo y en Holan, que se convierte en el portavoz poético en pro de la liberación, con lo que su poesía, originalmente muy hermética, pasa a adoptar formas sencillas y perfectamente comprensibles para todos.
A pesar de ello, en 1948 la obra de Holan deja de publicarse. El poeta se encierra entonces en su casa de la isla de Kanipa, de donde ya no volverá a salir más que excepcionalmente. Escribe ahora lo más importante de su producción: Avanzando, Una noche con Hamlet (publicado en España por Barral Editores), Dolor, Toscana.
En 1963 sus libros vuelven a aparecer en las librerías de Praga. Se le conceden entonces todos los honores, desde el Gran Premio del Estado Checoslovaco (1965) al título de Artista Nacional (1968), recibiendo también el Premio Internacional Etna-Taormina en el año del centenario de Shakespeare (1966), por su obra Una noche con HamIet, y el Grand Prix International de Poezie de Bruselas (1974).
Obra poética
Exceptuados los textos reunidos en el volumen titulado Babyloniaca (1968), la obra de Holan es exclusivamente poética, componiéndose su producción de los siguientes libros: Abanico en delirio (1926), Triunfo de la muerte (1930), Soplo (1930), Arco (1934), Piedra, vienes (1937), Sueño (1939), Canto de los tres reyes (1939), Trueno ( 1940), Primer testamento ( 1940), Coro (1941), Terezka Planetová (1943), Gracias a la Unión Soviética (1945), Paniquida (1945), El camino de la nube (1945), Soldados del Ejército Rojo (1947), A ti (1947), Bajaja (1962), Historias (1963), Toscana (1963), Sin título (1963), Triálogo (1964), Una noche con Hamlet (1964), Avanzando (1964), Dolor (1965), En el último trance (1967), Un gallo para Esculapio (1967), Noche con Ofelia (1973), El árbol se quita la corteza (1979).
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