Banisadr ordena el alto el fuego en el Kurdistán

El presidente de Irán, Abolhassan Banisadr, ha ordenado al Ejército que suspenda la lucha en el Kurdistán, región en la que durante las dos últimas semanas ha habido cientos de muertos.La noticia de este alto el fuego unilateral la proporcionó el mismo Banisard en una rueda de prensa celebrada ayer. De momento se ignora si se ha llevado a la práctica o no.

El presidente iraní basó la medida en el deseo de sustituir los enfrentamientos con los kurdos por la política de persuadir a la población de esta región de la conveniencia de no ayudar a los guerrilleros.

Ayer, sábado, hubo combates en Saqqez, Marivan, Baneh y Sanandaj. Esta última ciudad fue objeto aver de un nuevo bombardeo después del sufrido la víspera, durante el cual se registraron once muertos y 74 heridos.

La orden de Banisadr paraliza una operación de gran envergadura, una ofensiva generalizada contra el Kurdistán emprendida por el Ejército iraní y que hasta el momento, pese a los efectivos puestos en juego y la dureza de los bombardeos, no había logrado hacerse con el control ejercido en esta región por las fuerzas autonomistas kurdas.

Tras el bombardeo sistemático, desde hace una semana, de las ciudades de Sanandaj y Saqez, donde los habitantes que aún no han abandonado están refugiados en los sótanos de sus casas, el Ejército se ha dirigido hacia el norte. Desde el pasado miércoles, la ciudad de Bahneh, próxima a la frontera iraquí, está sometida al bombardeo de la aviación y la artillería.

Por otra parte, la ciudad de Rabath, en el eje de la carretera Nahneh-Mahabad, fue atacada el pasado jueves por las fuerzas gubernamentales, y los responsables kurdos se preguntan si la próxima víctima del Ejército iraní no será Mahabad, capital histórica del movimiento autonomista kurdo.

Sin embargo, estos ataques no se traducen, en la práctica, por un avance de las fuerzas iraníes. En Bahneh, el Ejército de Teherán, que se había establecido en unas colinas desde donde se divisa la ciudad, fue hostigado por los guerrilleros kurdos, que más tarde bombardearon los campamentos iraníes.