Berlinguer, en China

(...) El conflicto entre Moscú y Pekín ha perdido su contenido ideológico. Bajo el ángulo geopoltico, los chinos consideran hoy a la URSS como un vecino del cual temen menos el revisionismo que los misiles. Por la misma razón, no es por su doctrina, el pretendido «eurocomunismo», por lo que los chinos juzgan a Berlinguer, sino por el apoyo que en el dominio de los hechos puede o no procurar a los soviéticos ( ... ).En otros términos, lo esencial no es el matiz comunista que puede existir en Italia, sino (que el partido comunista esté o no en el poder no cuenta) el lugar que va a ocupar este país en el tablero mundial, al lado de la URSS o en el campo opuesto ( ... ).

La condenación puramente moral de Berlinguer de la intervención rusa en Afganistán no ha satisfecho a los chinos, a quienes ha sorprendido que los comunistas italianos hayan votado en Estrasburgo contra las sanciones a la URSS. Igualmente, Berlinguer, en las alocuciones pronunciadas en Pekín, no ha citado una sola vez a la URSS y a Afganistán, señalando que su visita no estaba dirigida contra nadie ( ... ). Y cuando Berlinguer afirma en la Universidad de Pekín que «las fuerzas del imperialismo constituyen una amenaza contra los pueblos », la réplica de Deng fue que la capital que amenaza no es Washington, sino Moscú

20 de abril