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La mayoría de los cines abrieron a pesar de la convocatoria de huelga

La mayoría de los cines madrileños abrieron ayer sus puertas al público a pesar de la huelga convocada por CC OO y UGT. En unos casos la apertura se produjo en una situación precaria de personal, pero en muchos otros los operadores prefirieron no secundar el paro. Al menos nueve trabajadores del secctor fue ron detenidos a primeras horas de la tarde por formar parte de piquetes informativos.

Las detenciones se produjeron ante los cines Montera e Imperial. En el primer caso los detenidos fueron cuatro, entre los que figuraban el secretario general del espectáculo de UGT, José Luis Prendes, y un miembro de la federación estatal de CC OO. Entre los cinco detenidos en segundo lugar figuraba asimismo el dirigente de CC OO Emilio Rincón.Según fuentes de la federación de empresas, tan sólo once de los casi 150 cines existentes en la capital se mantuvieron cerrados durante toda la jornada. El seguimiento de la huelga parece que fue todavía menor en la provincia, que suma otras tantas salas. De acuerdo con estas informaciones, los cines que cerraron en -la capital fueron: California, Extremadura, Princesa, Aluche, Oporto, Quevedo, Lisboa, Astoria, Argentina, Capitol y Alba.

Ya en la asamblea celebrada por la mañana en la sede de UGT pudo apreciarse una disparidad de criterios entre los asistentes sobre la propia legalidad de la huelga y sobre sus objetivos. Pese a todo, se mantuvo la convocatoria con un apoyo que las centrales convocantes cifraron en torno al 50% de todos los operadores de cabinas existentes en Madrid. Es a este grupo de empleados al que afecta especialmente el problema planteado, porque una orden ministerial del pasado mes de marzo autorizaba a reducir el personal en las cabinas de los cines.

Algunos trabajadores asistentes a la asamblea celebrada por la mañana insistieron, sin embargo, en que el objetivo de la huelga debía ser el logro de un convenio colectivo único para todo el sector. Los representantes de CC OO y UGT entendieron, por su parte, que era prioritario el tema de la orden ministerial, ya que en caso contrario el nuevo convenio afectaría probablemente sólo a la mitad de los trabajadores de las salas, ya que el resto habría sido despedido antes en aplicación de la mencionada orden.

Por su parte, los empresarios insistían en el carácter político de la huelga y en su ilegalidad, por no haberse respetado los plazos exigidos para la convocatoria de un paro. Las centrales rechazaron este extremo y en todo momento aseguraron a los trabajadores que no podría haber sanciones por la huelga, ya que se había comunicado al Ministerio de Trabajo con la antelación necesaria.

Este punto de vista fue contestado más tarde por el presidente de la Asociación Sindical de Operadores de Cabinas (ASOC), Carlos Benegas, quien abrigaba serias dudas sobre la legalidad de la huelga. Por esta razón, la ASOC, que, según manifestaciones propias, agrupa al 90% de los trabajadores del ramo, decidió descolgarse del conflicto. Este hecho fue probablemente la razón principal que hizo fracasar la convocatoria.

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Los operadores de cabinas agrupados en la ASOC entienden que la huelga no es el camino adecuado para resolver el problema planteado por la citada orden ministerial y confían en que a través del diálogo con el Ministerio del Interior se pueda llegar a un arreglo. Por otra parte, la queja de esta asociación se centraba también en el hecho de que las centrales sindicales no hubieran pedido su apoyo a la huelga hasta el pasado jueves.

En principio la huelga de los cines había sido convocada por CC OO y UGT para este fin de semana y los dos próximos, además del día 1 de mayo, que es festivo. El escaso eco alcanzado en la primera jornada puede motivar, sin embargo, un cambio en la estrategia, a la vista de que los propios operadores se han descolgado en algunos cines en los que el paro fue secundado.

Los operadores mantienen bastantes diferencias con otros trabajadores de cines. Así, desde hace seis años tienen un convenio separado y se han opuesto a la unificación. No es extraño, por tanto, que en la asamblea de ayer, muchos asistentes que no eran operadores pusieran el acento en el convenio unitario, como condición para apoyar a sus compañeros de cabinas, que es a quienes afecta la posible reducción de plantillas.

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