Estados Unidos presiona a la CEE para que boicotee el régimen de Jomeini

Estados Unidos presiona fuertemente a los países miembros de la Comunidad Económica para que en la reunión que han de celebrar mañana, lunes, en Luxemburgo, los ministros de Asuntos Exteriores de los nueve adopten serias medidas de boicoteo comercial y político contra Irán. Según se anunció ayer en Bruselas, la reunión comunitaria estará precedida de una entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Saburo Okita, llegado expresamente al Gran Ducado con este objetivo. Japón se ha mostrado reacio hasta el momento a responder a las insistentes peticiones del presidente Carter, y desea conocer directamente la posición de la CEE antes de adoptar por su parte ninguna decisión al respecto.Las presiones norteamericanas se canalizan también a través de la Alianza para la Defensa del Atlántico Norte (OTAN), que celebrará problablemente una sesión extraordinaria los próximos días 13 y 14 de mayo, con un único punto en el orden del día: Afganistán e Irán.

La Comunidad Económica Europa ha mantenido hasta el momento una actitud ambivalente sobre el problema de los rehenes norteamericanos en Teherán. Formalmente, en todas las reuniones de ministros de Asuntos Exteriores de los nueve se han aprobado duras condenas del Gobierno iraní, pero en ninguna se ha aprobado una sola medida de retorsión concreta contra el régimen de Jomeini. La proximidad de la Campaña electoral presidencial y el cansancio del pueblo norteamericano ha aconsejado al presidente Carter una nueva oleada de medidas dé boicoteo contra Irán, y en esta ocasión el presidente de Estados Unidos no parece dispuesto a aguantar un nuevo renuncio de sus aliados europeos o de Japón.

Aunque el Parlamento Europeo aprobó esta semana una resolución presentada por los democristianos y liberales, en la que se alude a una posible ruptura de relaciones diplomáticas de los nueve con Irán, no parece probable que los ministros de Asuntos Exteriores anuncien medidas espectaculares. Posiblemente se estudie y apruebe un cuadro de medidas de retorsión económica de aplicación gradual, de forma que se satisfagan, por un lado, las exigencias de Jimmy Carter y, por otro, se logre que antes de su aplicación total transcurra suficiente tiempo como para que la situación en Teherán experimente alguna variación.

De cualquier forma, la CEE, en cuanto tal, no puede adoptar medidas de boicoteo especialmente importantes. Puede, en teoría, restringir las exportaciones de armas y material de guerra, retirar las preferencias generalizadas para los productos iraníes y suprimir créditos a la exportación, tres posibilidades que no preocuparían mucho al Gobierno iraní, excepto, tal vez, la primera, y esa también preocupa a Europa, porque significaría lanzar este país en brazos de la Unión Soviética. Los nueve no pueden, por otra parte, permitirse el lujo de bloquear las inversiones y depósitos bancarios iraníes, como ha hecho norteamérica, porque una reacción violenta de los países árabes situaría al Mercado Común al borde de graves problemas.