Los diplomáticos iraníes abandonaron Estados Unidos

Los 35 diplomáticos iraníes instalados en Estados Unidos, acompañados de sus familias, hicieron sus maletas y abandonaron el territorio norteamericano durante la jornada del martes, antes del ultimátum del presidente Jimmy Carter, que concluyó a las cero horas de hoy. Cuatro agentes del FBI acompañaron continuamente a cada uno de los diplomáticos iraníes desde el momento en que Carter decidió romper las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Teherán, como medida de presión para intentar la liberación de los cincuenta rehenes estadounidenses detenidos en el recinto de la embajada de EE UU en la capital iraní, desde el pasado 4 de noviembre.Los agentes del FBI y la policía cortaron la avenida Massachusetts, en Washington, en los alrededores de la embajada de Irán.

La embajada iraní en Washington y los consulados de Nueva York, San Francisco, Houston y Chicago están cerrados, hecho que se considera como «una victoria» por parte del imán Jomeini, al desvelar las pretensiones «imperialistas» de Estados Unidos en Irán. Unas doscientas personas, la mayoría estudiante! iraníes, se manifestaron en las calles de Washington a favor de la revolución iraní, con pancartas de Sadat, traidor; Sadat, sionista; Carter, traidor; La revolución islámica vencerá. En definitiva, todos en el mismo saco para los manifestantes, ante la «coalición» Sadat-Carter que negocian actualmente en Washington vías de solución al futuro palestino. La presencia del sha en Egipto estimuló a los manifestantes pro iraníes en las calles de la capital norteamericana.

Los norteamericanos reaccionaron favorablemente a la decisión de Carter de expulsar al personal diplomático iraní, anular la concesión de, nuevos visados, indemnizar -con capital iraní «congelado» en bancos de EE UU- a las personas o entidades víctimas de la operación de rehenes en Teherán. A nivel político, la opinión es distinta.

Los adversarios políticos de Carter, en plena campaña electoral, critican la decisión del presidente por débil y tardía. Los próximos pasos de la operación dura para intentar liberar a los rehenes podrían ser la inclusión en el embargo comercial de los alimentos y las medicinas. En el Pentágono, los militares analizan las posibilidades de un bloqueo naval del golfo Pérsico, pero los estrategas no ocultan sus temores de que una intervención militar estadounidense en Irán comportaría muchos riesgos: desde la vida de los rehenes, hasta ofrecer un pretexto de intervención a los soviéticos, estacionados en Afganistán e interesados, corno los americanos, en el petróleo.