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El Ayuntamiento paraliza una tala clandestina de árboles

Un decreto del alcalde, firmado urgentemente por Enrique Tierno a instancias de la presidenta de la junta municipal de Chamberí, paralizó el sábado pasado la ilegal y casi clandestina tala de cincuenta árboles centenarios que una empresa inmobiliaria, encabezada por un yerno del líder ultraderechista Blas Piñar, había comenzado a realizar en los terrenos que habían formado parte, hasta hace dos años, del patio del colegio de las Esclavas, en la calle de Joaquín García Morato. La Gerencia Municipal de Urbanismo incoó ayer el correspondiente expediente sancionador por realización de obras sin contar con la preceptiva licencia.Hace ahora unos dos años, la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús decidió vender parte del terreno que ocupaba el patio de su colegio, situado en la calle de Joaquín García Morato, con vuelta a la de Rafael Calvo, a una inmobiliaria. El comprador de esos terrenos fue Lorenzo Sanz Mancebo, a la sazón yerno del diputado y presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar.

El señor Sanz solicitó la correspondiente licencia de edificación en la Gerencia Municipal de Urbanismo, acogiéndose al Plan Especial de Reforma Interior del Casco Antiguo. Sin embargo, la licencia fue denegada. El promotor recurrió entonces a la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana (Coplaco), organismo encargado de decidir, en el caso de que el Ayuntamiento no lo haga, si una licencia debe ser concedida o no.

Coplaco concedió la licencia en octubre del año pasado. Pero la forma de concesión, por silencio administrativo, deja abierta la duda de que ésta haya sido correctamente hecha. Es más: el Ayuntamiento, a través de la Junta Municipal del Distrito de Chamberí, que preside la concejala María Gómez Mendoza, está estudiando la posibilidad de anular la licencia por la vía de los tribunales de Justicia por considerar que es «manifiestamente ilegal».

De todas maneras, a pesar de que Coplaco había concedido la licencia, ésta no era todavía efectiva, ya que para que lo sea es preciso que hayan sido abonados en la Gerencia los derechos y tasas correspondientes, trámite que todavía no se había cumplido. Es decir, aunque la licencia, había sido concedida -legal o ilegalmente- por Coplaco, los promotores del edificio a construir no podían hacer uso de ella hasta haber pagado los impuestos correspondientes.

Pero aparte de que la licencia dada por Coplaco no era efectiva, para las obras -tala de árboles- que se realizaron el sábado no había sido ni tan siquiera solicitado permiso, tal como requiere cualquier tipo de ejecución urbanística a efectuar en la ciudad.

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