España puede ser elegida como país de asilo por los terroristas colombianos del M-19

España podría ser el país europeo elegido por el comando del M-19, que ocupa la embajada de la República Dominicana en Bogotá, para trasladarse, junto a sus rehenes, cuando finalice la actual crisis, que ya dura 41 días. El comandante uno, que dirige la operación, manifestó el pasado domingo que su grupo ha decidido descartar Cuba como lugar de refugio, debido a los problemas existentes actualmente en dicha isla, y señaló que estaban pensando en «algún país europeo».

El mismo domingo, los guerrilleros liberaron a otros tres rehenes, con lo que el número de personas en el interior de la embajada, sin contar a los integrantes del comando, se ha reducido a diecinueve. Los liberados fueron el ciudadano español Manuel Lozano Fernández, el subsecretario de protocolo del Ministerio colombiano de Asuntos Exteriores, Guillermo Trianas, y el súbdito dominicano Tito Livio Tiburcio, de quien se dijo en un principio que había facilitado la entrada a los ocupantes, y que era cómplice de éstos.De los diecinueve rehenes que aún permanecen en el interior de la sede diplomática, doce son embajadores; dos, cónsules; cuatro, encargados de negocios, y el fotógrafo Guzmán, a quien se ofreció libertad, rechazada por éste. El reportero ha expresado su deseo de seguir el episodio hasta el final, convencido, sin duda, de que podrá obtener valiosos beneficios profesionales de su presencia en la embajada.

La undécima ronda de negociaciones estaba prevista para las primeras horas de la tarde de ayer. No se esperaban grandes avances, de este encuentro. El comando del M-19 aseguró el domingo que rompería las conversaciones si ayer no se llegaba a algún acuerdo concreto. Los observadores estiman que la sustitución del embajador mexicano, Ricardo Galán, que actuaba como «testigo» de los rehenes en las negociaciones, por el cónsul peruano Alfredo Tejeda, es el reflejo del malestar existente entre los diplomáticos retenidos, por lo que consideran «tácticas dilatorias» del Gobierno colombiano para resolver la situación. Tanto los rehenes como los guerrilleros han expresado su disgusto por el hecho de que los representantes gubernamentales sean funcionarios sin capacidad decisoria.