Convenio internacional de la crítica de arte en Montecatini
Del 27 al 30 del pasado marzo se ha celebrado en la localidad italiana de Montecatini Terme, ciudad turística de la Toscana famosa por sus aguas termales, el segundo convenio internacional sobre problemas de la critica de arte, que, bajo la advocación de Crítica 1, ha planteado el tema general de L'arte da chi a chi (El arte de quién a quién).
Tras esta genérica titulación se pretendía sacar a debate la dimensión específicamente práctica que concierne a la difusión del arte en la actualidad, tanto desde el punto de vista institucional (análisis sociológico de museos, galerías, exposiciones, mass-media, etcétera, como desde el lingüístico, en el que se aborda la cuestión de la relación arte contemporáneo y público. Por otra parte, coincidiendo con el comienzo de los debates, se inauguró una amplia exposición titulada Mediamuseo, que constituye la primera muestra internacional de los medios museísticos.Crítica 1 sucede al convenio celebrado hace dos años en la misma localidad con el título de Crítica 0, cuyas actas acaba de publicar la prestigiosa editorial milanesa Feltrinelli. Esta sucesión y el anuncio, tras la clausura, de un nuevo congreso para el año 1982 con el tema Espectacularidad y vanguardia de masas, afianza este interesante proyecto y nos da una idea clara del éxito obtenido en sus dos primeras ediciones. Crítica 1 ha contado con la presencia de artistas tan importantes internacionalmente como Daniel Buren y Christo, que proyectó una película y discutió públicamente su obra californiana del Running fence, además de los italianos G. Chiari y F. Mauri; pero, naturalmente, el protagonista principal fue el conjunto selecto de críticos, semiólogos, historiadores y museólogos de Europa y América: los norteamericanos Thomas Messer, director del Guggenheim; Alanna Heiss, R. Smith, etcétera; la inglesa Lynda Morris; los franceses Dora Vallier, P. Restany, M. Pleynet, C. Millet; los alemanes Bazon Brock, G. Jappe, F. Zdenek; los belgas Ph. Minguet, J. P. van Tieghem... y, en fin, otros muchos representantes de otros países, cuya relación completa nos resulta aquí imposible. Respecto a Italia, país organizador, hay que destacar la presencia de una parte muy significativa de sus mejores elementos interesados en el arte y la metodología actuales, desde Argan y Dorfles hasta F. Menna, A. de Paz, F. Torriani, F. Caroli, E. Battisti, etcétera, sin contar a los miembros del comité científico, presidentes de las sesiones, como Mucci, Barilli, Calves¡, Celant, U. Eco, Fagone y Pignotti. Relación nominal ésta que hacemos un tanto arbitraria pero que puede servir para subrayar el alto nivel de competencia de los debates, unos debates en los que España estuvo presente -no lo podemos olvidar- con la ponencia de Luis Guembe, de la Universidad de Sevilla.
Pero digamos algo sobre lo debatido, que, como dijimos, tenía como argumento las relaciones entre la producción artística y el público, a través de «las mediaciones necesarias de las instituciones públicas», en palabras de la propia organización del convenio. Sobre estos presupuestos, pronto se demarcaron dos niveles: por una parte, información sobre la estructura y funcionamiento técnicos de los museos, con una rica documentación proporcionada por testigos directos, y, por otra, discusiones teóricas y análisis críticos sobre el lenguaje artístico y el público, estudiado todo ello desde las más diversas ideologías y métodos. Y fue, precisamente, esta variedad la que, a pesar del agotador programa, mantuvo vivo el congreso, desde esa chispeante intervención de Restany en la que, jugando con la onomatopeya del título (L'arte de chi a chi), se refirió graciosamente al quiquiriquí de la crítica, hasta las relaciones técnicas de los directores de museos o las sistemáticas de los semiólogos.
No podíamos dejar de reproducir parte de las declaraciones de Egidio Mucci, secretario del Conbegno y catedrático de semiótica de la comunidad visual de la Universidad de Florencia.
Pregunta. Profesor Mucci: ¿Cómo surgió la idea de este convenio internacional?
Respuesta. Haciendo un planteamiento elemental, diría que la idea surgió trabajando en nuestra universidad sobre una compilación bibliográfica de las diversas metodologías que existen en el estudio del arte. Se nos hizo evidente entonces la necesidad de una confrontación en vivo entre un repertorio tan variado de métodos de trabajo: sociología, psicología, semiología, historia, antropología, estética, etcétera Para esta confrontación se pensó, en primer lugar, lo conveniente de plantearla desde el lugar donde de hecho tenía una incidencia más viva e inmediata; esto es, plantearla desde la separación entre la crítica militante y la teoría artística. Y, en efecto, con este tema se organizó en Montecatini, hace un par de años, el primer congreso, cuya titulación expresivamente fue la de Teoría e pratiche della crítica d'arte. El éxito de esta primera experiencia nos comprometió en el difícil problema de la continuidad, que no debía ser sólo un problema de organización material, sino, también, fundamentalmente, un problema de coherencia intelectual de rigor. Por eso esa primera asamblea, casi sin precedente a nivel internacional, cambió la temática en la presente edición, buscando complementar los aspectos tratados en la primera; planteándose ahora la situación institucional -práctica- del arte en el mundo contemporáneo.
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