_
_
_
_
Crítica:CINE /
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Homenaje a Carlo Levi

Cristo se detuvo en Eboli. No siguió más allá, olvidando una Lucania entre el cielo y la tierra, tan seca y luminosa como envuelta en sus propias ruinas y miserias. Tan dura era en ella la vida que Mussolini la eligió para destierro de sus enemigos políticos e intelectuales, como Carlo Levi, que en uno de sus pueblos vivió casi tres años.Escritor y pintor, además de médico, Lucania le hizo acercarse a una realidad seguramente adivinada, pero no conocida en profundidad. De su estancia entre aquellas gentes quedó un relato, apenas un apunte de biografía, en el que la crítica de la pequeña burguesía de provincias llegaba más, allá de las someras formas primitivas. Esta especie de lírico diario ha servido ahora para que Francesco Rossi nos ofrezca un filme demasiado largo, demasiado prolijo y -sobre todo en la primera parte- un tanto recargado. Sería interesante conocer la versión para televisión, en la cual quizá los episodios divididos vengan a compensar su excesiva lentitud y metraje. Toda esa primera mitad, es decir, casi una hora prolongada, parece un excelente documental etnológico, que en la segunda se decide al fin por un tipo de narración más explícita. Desde la presentación, la historia no toma dimensión dramática porque su mezcla de documento y narración le presta un tono equívoco. Gian Maria Volonte interpretando a Carlo Levi no convence, no llegamos a identificamos con él en sus paseos solitarios, con su actitud blanda y pasiva de perpetuo sonreír, escuchar o asentir, rodeado de un vago paternalismo. Incluso sus palabras pensadas o expresadas a solas suenan más al libro que a la ficción que presenciamos, basta que, ya mediado el filme, aparece la historia verdadera. De todos modos, sus dudas y postrer decisión, por razones obvias, se hallan mejor expresadas en el libro. Aquí son meras conversaciones a las que un Volonte distante no consigue prestar el rigor de las propias convicciones. Quizá el pecado principal de esta película haya sido, como tantas veces, el de ser demasiado fiel. Siempre a medias entre la fantasía y el mundo en tomo, entre las gentes que se adivinan ciertas y los actores que interpretan, al público le resulta difícil reconocer la historia en sí, más allá del reflejo animado de la misma.

Cristo se detuvo en Eboli

Dirección: Francesco Rossi. Guión: Francesco Rossi, Tonino Guerra, Raffaele la Capria, según la novela del mismo título original de Carlo Levi. Fotografía: Pasqualino de Santis. Música: Piero Piccioni . Intérpretes: Gian Maria Volonte, Paolo Bonacelli, Alain Cuny, Lea Massari, Irene Papas, François Simon. Dramático. Italia-Francia. Local de estreno: Alphaville I

Y, sin embargo, esos mismos actores, fotografía y música brillan como suelen en los filmes de Rossi, que incluye esa secuencia estupenda en la que las palabras del Duce resuenan sobre un fondo de montes desolados.

Acerca de la oportunidad de esta película no se entienden muy bien las razones de Rossi ni su interés por acercarnos a unos años lejanos. No es preciso remontarse a Levi para contar problemas de la actual emigración de genocidio cultural, o del señuelo de Milán y Turín en el ajeno Norte. Sobre profesionales o intelectuales más o menos relacionados con las míseras áreas rurales todos hemos escrito libros. Volver a repetirlos so pretexto de posibles paralelismos, aparte de inútil, podría resultar, a la postre, cierto tipo de evasión artística e histórica cuando esos mismos problemas están ahí, con nombres, siglas y cifras, al alcance de la mano.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_