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La grave crisis de Fiat

Giovanni Agnelli amenaza con abandonar Italia

Juan Arias

El problema Fiat sigue centrando, en Italia, la atención política y sindical aun en plena crisis de Gobierno. El posible acuerdo entre la casa Alfa-Romeo, la firma automovilística estatal, con la empresa privada japonesa Nissan, para construir un automóvil con motor Alfa y carrocería japonesa, está agriando cada día más los ánimos y dividiendo a los políticos y a las fuerzas sindicales. Cada día saltan a la prensa nuevas revelaciones y declaraciones a favor o en contra de este acuerdo.La industria automovilística italiana se funda sobre dos nombres: Alfa y Fiat. Poner en crisis estas dos firmas significa un problema gravísimo para una de las mayores industrias del país. Se tiembla ante la posibilidad de que una mañana la familia Agnelli, decida hacer las maletas y marcharse de Italia, como ha amenazado en más de una ocasión (y por eso, hasta los comunistas se han puesto, de alguna forma, a favor de la mayor industria privada del país), pero, por otra parte, la crisis de Alfa-Romeo, la famosa empresa estatal, preocupa también a todos. No es imaginable el que Alfa pueda cerrar sus puertas tan llenas de historia. Hay quien asegura que éste es el deseo secreto de Agnelli, mientras otros afirman que se trata de una empresa pagada por los contribuyentes y que es un pozo sin fondo de deudas. Los comunistas han dicho, sin embargo, que es posible y urgente salvarla y que ya en los dos últimos años ha disminuido el déficit casi de la mitad, pasando de quince mil millones de pesetas en 1977 a ocho mil del año pasado.

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En realidad, la lucha entre la industria privada automovilística y los sindicatos metalúrgicos se está haciendo cada día más dura. Mientras tanto, para salir del atolladero Alfa-Fiat, los sindicatos han pedido un encuentro urgente entre Gobierno, sindicato, Alfa y Fiat. Y todos atacan al Gobierno por la lentitud con que se ha llevado este asunto. Las reacciones gubernamentales son, sin embargo, muy vagas en este asunto espinoso y candente.

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