Cuatro brigadistas rojos, muertos en un enfrentamiento con los carabineros italianos

Cuatro miembros de las Brigadas Rojas perecieron en Génova en la madrugada de ayer, durante un enfrentamiento armado con los carabineros. El «choque», que costó la vida a tres hombres y una mujer, parece formar parte de una amplia operación antiterrorista desencadenada por las fuerzas policiales italianas.Las fuerzas policiales sorprendieron a los «brigadistas» en pleno sueño en un piso situado encima de la estación Príncipe de Génova, en la calle de Franchia. Precisamente en esa misma calle fue asesinado por las Brigadas Rojas en enero del año pasado el sindicalista comunista Guido Rossa,

Aún han trascendido pocas informaciones sobre la operación desarrollada por los carabineros del general Dalla Chiesa, y que abarca a varias ciudades del norte de Italia. Se supo, sin embargo, ayer por la tarde, que en el piso asaltado ayer fueron encontrados varios documentos que los investigadores consideran de gran valor. Algunas personas vinculadas a las Brigadas Rojas habrían sido también detenidas. Precisamente la columna de las Brigadas Rojas de Génova está considerada como el ala dura de la organización, opuesta al grupo «obrerista». Fueron estos «brigadistas» los primeros que llevaron a cabo una operación de guerrillas en pleno centro de la ciudad, asesinando al magistrado Francesco Coco y a su escolta. Este fue el primer delito mortal perpetrado por las Brigadas Rojas. Fueron también los terroristas genoveses quienes decidieron poner en la misma cesta a los comunistas de Berlinguer y a los democristianos y fascistas, en contra de la opinión del grupo «blando».

Todas las fuerzas políticas dan por descontado que se formará un Gobierno tripartito, con democristianos, socialistas y republicanos, pero ha empezado a correrse la voz de que comienzan a surgir las primeras dificultades.

Algunos observadores apuntan que todo podría aún desmoronarse como un castillo de naipes. Los problemas son dos. La izquierda democristiana y la izquierda socialista consideran políticamente a este Gobierno en gestación como un gabinete de transición, que debería desembocar en un Gobierno con los comunistas. Por el contrario, el ala centrista de la Democracia Cristiana lo considera como un paso hacia el «pentapartido » con los socialdemócratas y los liberales y «sin los comunistas», interpretando así la fórmula mágica de la «solidaridad nacional». Pero los socialistas ya han rechazado unánimemente la perspectiva de un «pentapartido».