Un inmenso yacimiento de petróleo y gas
El mar del Norte se ha convertido en un inmenso yacimiento de petróleo y de gas natural, compartido por Gran Bretaña, Noruega, República Federal de Alemania, Bélgica y Dinamarca. En el nivel actual de explotación, las reservas están calculadas en veinte años, pero la sucesión de nuevos descubrimientos prolonga considerablemente estas previsiones. Gran Bretaña y Noruega, los dos grandes productores de la zona (79 y dieciocho millones de toneladas, respectivamente en 1979) tienen en el petróleo la principal esperanza de su economía. Gran Bretaña espera autoabastecerse de petróleo a partir de este año, y Noruega sólo consumirá la cuarta parte de su producción.La extracción de petróleo estuvo limitada hasta hace año y medio a la zona situada al sur del paralelo 62, un área de 140.000 kilómetros cuadrados. La región situada al norte tiene una extensión cinco veces superior y Noruega ha iniciado la instalación de plataformas a raíz del descubrimiento de importantes yacimientos. La zona sur cuenta en la actualidad con más de cincuenta pozos en explotación, cuatro grandes oleoductos y dos gasoductos.
Explotar petróleo en el mar del Norte resulta extremadamente costoso y está condicionado a una técnica complicada: la de las plataformas. La extracción se realiza a profundidades comprendidas entre cincuenta y trescientos metros. El alto precio del petróleo hace rentable una actividad que requiere costosísimas inversiones. Una plataforma de producción de gran tamaño puede costar 30.000 millones de pesetas.
Se utilizan plataformas de perforación, de producción y de desarrollo, además de las destinadas a instalaciones y alojamiento. El alto grado de riesgo en este tipo de trabajo y las condiciones de extrema dureza en que se desenvuelven y viven los trabajadores de las plataformas petroleras se han visto reflejados en los numerosos conflictos laborales que han surgido en los últimos tiempos.
