Convento de las Reparadoras
Leemos en EL PAIS de 18 de marzo las puntualizaciones del director general del Patrimonio Artístico en las que asegura carecer de fundamento la afirmación a él atribuida por los vecinos del convento de las Reparadoras, calificando la ley del 33 de obsoleta y socialista.Nos reafirmamos en nuestras declaraciones y lamentamos que al señor Tusell le flaquee la memoria, ya que se trata de un historiador.
Si la diligencia utilizada en el envío de la nota la hubiera empleado en requerir a la propiedad del convento-monumento para su conservación no seguirían deteriorándose día a día los restos del convento, como puede ver cualquier ciudadano, y cuya restauración puede costar 200 millones a nuestros bolsillos.
Los vecinos de la avenida de Burgos, número 14, acudimos a la Dirección General del Patrimonio en cumplimiento de un deber ciudadano previsto en la ley del 33. Por tanto, el señor Tusell debería estar agradecido y no sentirse herido en su amor propio. Han transcurrido 13 días desde la entrevista en que reiteramos la denuncia del abandono total del monumento y éste continúa con las puertas abiertas, mientras lo desmantelan bandas de rateros.
El puesto que ocupa el señor Tusell lo estamos pagando los contribuyentes. Su obligación es atender cuantas reclamaciones reciba, siempre que sean fundadas. En la ley del 33 se especifica que debe velar por la conservación y entorno de los monumentos nacionales y queda autorizado incluso a iniciar expedientes de expropiación cuando la propiedad no lo conserve adecuadamente.
El que nos dijera que para cuidar del entorno deberían derribarse nuestras viviendas nos pareció pueril, ya que nuestras viviendas existían antes de que esa Dirección General iniciara el expediente de monumentalidad para todo el convento, aunque unos días más tarde se arrepintiera y dijera que para una parte.
Si el señor Tusell hiciera cumplir la ley a Promociones Gran Madrid. la entrevista no habría tenido lugar. También es verdad que nos habría privado del gusto de conocerle.
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