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Aprobada por unammidad una propuesta sobre la reivindicacion de Gibraltar

Prácticamente por unanimidad, él Pleno del Congreso aprobó ayer una propuesta socialista sobre la reivindicación de Gibraltar, retocada en su redacción por el grupo centrista, con el asentimiento de toda la Cámara y la abstención del Grupo Andalucista, en el punto qué se refiere a las soluciones socioeconómicas para el Campo de Gibraltar. El texto inicial era más tajante que el que resultó aprobado, por lo que los andalucistas se abstuvieron en la votación,del mismo.

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Texto de la propuesta

La propuesta socialista incl uía en el punto quinto la exigencia de que «por el Gobierno se procederá a las cumplimiento a las promesas y compromisos contraídos por Gobiemos anteriores con los municipios del Campo de Gibraltar, tales como la construcción de un aeropuerto civil en el término de La Línea de la Concepción y la terminación de la vía férrea».Sobre este texto, los andalucistas proponían el compromiso de construir viviendas y de indemnizar a los pequeños comerciantes que hubieron de abandonar Gibraltar. Ante el texto final resultante, Emilio Pérez Ruiz explicó la abstención de su grupo en este punto, por haber quedado vaciado de contenido, al quedar sustituido el compromiso de medidas concretas por la promesa de hacer realidad en el plazo más breve posible determinados planes y proyectos.

Al margen de esta Pequeña disidencia sobre la propuesta aprobada, el debate en tomo a Gibraltar registró el tradicional consenso y coincidencia de criterios entre los grupos políticos de las más diferentes ideologías.

En nombre de los socialistas, presentó la propuesta Luis Yáñez, quien se extendió en el relato de la historia sobre el pleito español con Gran Bretaña y el carácter «inequívoco, unánime y permanente, por medios pacíficos y diplomáticos» de la reivindicación del Peñón.

Aludió a la doctrina sentada por la ONU sobre Gibraltar, cuya situación colonial reconoce, así como la necesidad de terminar con ella mediante negociaciones entre los Gobiernos de España y del Reino Unido, con respecto al principio de la unidad nacional y de la integridad territorial de todos los Estados y la salvaguardia de los intereses de la población gibraltareña.

La extensa y docunientada intervención del señor Yáñez concluyó con las palabras del presidente de la Segunda República española en el exilio, Claudio Sánchez Albornoz: «No puede haber un español digno de tal nombre, capaz de escribir, sin sonrojarse, que Gibraltar no es España. Y si hay alguno que pueda escribirlo sin sonrojo, yo me tomo la libertad de sonrojarme por él, como español, liberal y en destierro. »

Entre las intervenciones producidas a continuación, el diputado de Coalición Democrática y ex ministro de Asuntos Exteriores, José María de Areilza, expuso el propósito de su grupo de llegar a un voto unánime. En aras de ello renunció a la defensa, de las enmiendas de CD y expuso la necesidad de solucionar el problema de Gibraltar, único que nos separa de Gran Bretaña. Pidió una votación clamorosa que diera respaldo parlamentario a las acciones del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El comunista Gregorio López Raimundo se expresó igualmente a favor de la moción, si bien lamentó el retraso de seis meses con que se debate. Pidió que Gibraltar se incorpóre al Estado de las autonomías y que se invite a los británicos a cumplir la promesa hecha de que el problema de Gibraltar se solucionaría cuando concluyer a la dictadura.

El centrista Javier Rupérez deféndió un texto de aproximación, para el que pidió la unanimidad. El texto sustituía en el punto tercero la alusión a la «frontera» por la referencia a «la verja» y añadía al restáblecimiento de las comunicaciones el término «gradual».

El ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, cerró el tumo de intervenciones sobre el tema, haciendo historia de los contactos bilaterales y multilaterales para solucionar la reivindicación de Gibraltar. Aludió al empeño del Gobiemo actual de seguir adelante en esta cuestión. El señor Oreja, que había recibido con satisfacción la alusión elogiosa del socialista Luis Yáñez al ministro Castiella, maestro del actual ministro, expresó su coincidencia con él propósito sustancial de la propuesta socialista.

Marcelino Oreja expresó la necesidad de abrir negociaciones que acepten el mandato de la ONU para establecer paulatinamente las relaciones entre Gibraltar y su Campo, partiendo del hecho de que el Gobierno español está dispuesto a reconocer la singularidad del Peñón y los derechos de sus habitantes.

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