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En tres semanas, la policía municipal no ha encontrado niños en la calle en horas de clase

El pasado día 1 de marzo entró en funcionamiento un nuevo servicio municipal, cuyo objetivo es evitar que los niños en edad escolar estén en la calle a horas de clase. Hasta el momento, ningún niño ha sido sorprendido por la Policía Municipal en la calle y, por tanto, ningún padre ha sido sancionado por este motivo.Este servicio -contemplado en el artículo 105 de la ley de Régimen Local- está dirigido desde las delegaciones municipales de Educación y de Seguridad y Policía Municipal. Los responsables de ambas delegaciones, Alfredo Tejero y José Barrionuevo, coinciden en señalar que el objetivo primero que se persigue es comprobar los niños que están sin escolarizar. «No se dan muchos casos», afirma Alfredo Tejero, «pero sí que existen algunos padres que a la primera dificultad con que tropiezan cuando buscan plaza para sus niños desisten en la búsqueda y, por esa desidia, dejan al niño todo el año sin escuela. Estos niños, lógicamente, se pasan el día en la calle.»

Alfredo Tejero añade que cuando la Policía Municipal encuentra un niño, lo primero que hace es acompañarle hasta su casa. Es entonces cuando la Delegación de Educación notifica a la familia en qué colegio hay una plaza disponible.

Sin embargo, no siempre que están los niños en la calle es por falta de plazas. Puede ocurrir que, simplemente, el niño esté haciendo novillos o, que pese a estar matriculado en cualquier centro, el chaval sea un «ausente habitual» de la escuela.

Para José Barrionuevo y Alfredo Tejero, algunos de estos niños estarían afectados por el segundo objetivo que se persigue con la reciente medida municipal, ya que, según afirman, en algunas barriadas madrileñas, hay bastantes niños, menores de catorce años que se dedican ya ala delincuencia: « Se trata entonces de que la familia se entere de lo que está haciendo su hijo, que en la mayoría de los casos los padres son los últimos en enterarse de que su hijo se dedica a la delincuencia.»

De todas formas, el delegado de Educación opina que este segundo objetivo de fa medida es difícil de que lleve a resultados positivos, ya que el papel de los padres ante un problema de esta envergadura es bastante difícil y conflictivo de por sí.

José Barrionuevo explica que, no obstante, la medida no es represiva ni el Ayuntamiento tiene la menor intención de dedicarse a perseguir niños, sino que se trata de comprobar la escolarización real de la población infantil madrileña, y que es muy difícil que, se llegue a sancionar a los padres, ya que parte de la buena disposición de los mismos a conseguir una plaza escolar para sus hijos. «El control de la delincuencia infantil», añade, «es difícil de realizar con los medios que tenemos.»

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