La guerra de las escuelas

El editorial de EL PAIS del 14 de marzo «La guerra de las escuelas» parece que está escrito en caliente, al filo de la madrugada en que se aprobó la ley de Centros Escolares. El lector palpa el cabreo del editorialista ' que parece más de un periódico partidista que de quien campea en su cabecera lo de «diario independiente». El lector creía que tenía derecho a que le hablasen con objetividad y sin apasionamiento, pero estaba equivocado. El lector creía que en una verdadera democracia el Gobierno que surgió de una victoria democrática estaba obligado a dar a España leyes en consonancia con lo que el electorado le exigió. Pero el editorialista escribe que el «Gobierno ha impuesto a la sociedad española». ¿Dónde se ha visto que un Gobierno y un Parlamento democráticos no estén obligados a elaborar las leyes que les demanden sus mayorías? En la democracia cuentan los votos. Por eso, los socialistas anuncian que cuando ellos sean mayoría derogarán la ley. ¿Piensa decir entonces EL PAIS que el Gobierno socialista ha impuesto ... ?Otra perla del mismo artículo es que «la enseñanza no ha servido ni sirve a todos los ciudadanos». ¿La enseñanza estatal sirve a todo0, pregunta uno. ¿Por qué y para qué enfrentar a dos sistemas educativos, igualmente válidos para los españoles? ¿Para hacer la guerra con que titulan su editorial? Ya está bien de guerras: dejémoslas en los libros de historia, y no en las páginas frescas del periodismo diario.