El escándalo de las quinielas clandestinas agrava la crisis del fútbol italiano

La magistratura italiana acaba de emitir 48 órdenes de citación judicial en el mundo del fútbol con motivo del escándalo de las «quinielas clandestinas». A pesar de que la noticia de que algo olía a podrido en el deporte nacional italiano estaba ya en todos los diarios, nadie esperaba que pudiera tener el asunto tal envergadura. De hecho se había hablado mucho de un «montaje del escándalo». Ahora, sin embargo, han aparecido, con nombres y apellidos, todos los personajes que deberán presentarse ante los jueces para declarar. Evidentemente no se trata aún de una orden de detención, aunque algunas se esperan de un momento a otro, pero es ya muy grave que tantos jugadores famosos y tantos personajes del mundo del deporte puedan ser sospechosos de «estafa agravada», como afirma la orden de citación que estas 48 personas han recibido en su casa

En la redada hay de todo: cuatro presidentes de equipos (Milán Juventus, Bolonia y Lazio), tres entrenadores (Juventud, Bolonia y Lazio), un árbitro, un director técnico (Bolonia) y 36 jugadores entre ellos los dos famosos de la selección nacional preparada por Bearzot para el Campeonato de Europa próximo: Paolo Rossi y Giordano.Los jugadores que han recibido la orden de citación judicial pertenecen a catorce equipos, lo cual demuestra que el fenómeno es nacional y, por tanto, más grave de lo que se podía suponer hace dos meses, cuando saltó a la prensa la primera chispa del escándalo. Fue exactamente el 16 de enero. La primera noticia la lanzó el periodista comunista del diario romano Paese Sera Giuliano Prasca, que es también concejal de Roma. Prasca declaró ayer que no le fue difícil descubrir que existen estas quinielas clandestinas. Dijo también que existen dos o tres cerebros de esta organización y que en el campeonato pasado los organizadores se ganaron, por lo menos, limpias más de doscientos millones de pesetas. Como todo era clandestino, de cuando en cuando uno de los encargados de ven der estas quinielas desaparecía, llevándose en la maleta un pilón de millones.

Al parecer, lo más importante en todo el asunto es que algunos jugadores se vendían por unos pocos millones para asegurar un resultado concreto a su equipo. Sobre este resultado apostaban los organizadores que habían pagado a los jugadores. Pero algunas veces los jugadores les traicionaban y hacían lo posible para que el resultado fuera el contrario, después de haber apostado ellos mismos bajo cuerda mucho dinero. De este modo ganaban dos veces. Hay quien asegura que los dos acusadores de los jugadores que son por ahora los únicos que están en la cárcel, Trinca y Cruciani, se decidieron a «cantar» por venganza contra estos jugadores, que les habían engañado.

Ayer mismo se supo de la detención de Nardino Previdi, director técnico del Brescia, de Segunda División, pero no por su supuesta implicación en el caso, sino por su reticencia a colaborar con la justicia. Al parecer no se producirán nuevas detenciones hasta que se cierre el sumario, pero la situación de varios jugadores es cada vez peor. Se habla incluso de retirarles el pasaporte a más de uno, y el padre de Crucciani señaló ya que Wilson, defensa libre del Lazio, era uno de los que había tratado en los últimos días de echar tierra sobre el asunto comprando el silencio de su hijo. La Federación Italiana, también, añadió, trata de acallar igualmente el escándalo cuanto puede.

Los juristas empiezan ya a. examinar las consecuencias que para unos y otros podrá tener este terremoto judicial si se llegaran a probar las acusaciones. Por lo pronto se discute si es conveniente que Enzo Bearzot incluya en la nacional jugadores que en el momento del Campeonato de Europa puedan salir al campo con la sospecha de unas posibles esposas de un momento a otro. Ya el otro día, en Milán, en el partido amistoso contra Uruguay, hubo poquísima gente, y ésta poca silbó a los jugadores en «olor de sospecha». Se teme también que estos jugadores no puedan rendir lo suficiente ante el clima psicológico que están viviendo.

¿Qué pasará con el campeonato pasado? Los juristas dicen que no podrá ser anulado. Pero esto no quiere decir que puedan surgir problemas graves ante los partidos que puedan ser declarados «falseados». No pudiendo repetirse, se consideraría que los dos equipos perdieron, bajando de este modo en la clasificación. ¿Y las quinielas? Los abogados afirman que si algún ciudadano ha conservado el resguardo de quinielas que hubieran podido ganar si no hubiera habido «trampas», podrán recurrir a los tribunales civiles.

De lo que no cabe duda es que el asunto está causando gran amargura y desilusión entre los aficionados.