Expectación en las tribunas y bromas entre PSOE y UCD en la votación

La votación del proyecto de Estatuto de Centros había despertado la máxima expectación, ante las suposiciones -no muy fundadas como pudo comprobarse desde bastantes horas antes- de alguna fuga de voto en las filas ucedistas. La tribuna permaneció abarrotada de público; y la emisión del voto por algunos de los miembros más destacados de la Cámara provocó situaciones de regocijo entre los asistentes.Algunos de los síes se acogieron con murmullos, entre ellos los de Francisco Fernández-Ordóñez, Antonio de Senillosa, José María de Areilza, Luis González Seara, Joaquín Garrigues y Manuel Clavero -acudió a la hora de la votación-, que escucharon murmullos de los escaños de la izquierda, mostrando sorpresa ante el voto afirmativo a la ley de todos ellos, juzgados como representantes de distintas posiciones liberales o progresivas

Las situaciones más distendidas comenzaron cuando, tras el no de Santiago Carrillo, surgió un ¡Oooooh! de irónico desencanto en los escaños de UCD. Igualmente el voto negativo del socialista Luis Gómez Llorente fue acogido en las filas gubernamentales con un burlón iUyyyyy! y un aplauso, relativamente breve, por parte de sus compañeros de fila. En cambio, el voto afirmativo del ministro de Educación, José Manuel Otero Novas, fue seguido de un aplauso largo y mantenido con fuerza, mientras las filas de la izquierda pateaban y daban muestras de desaprobación.

También cosecharon murmullos las llamadas a los diputados de Herri Batasuna, Telesforo Monzón y Pedro Solabarria.

El recuento final de 187 votos a favor del texto y 127 en contra se anunció por el presidente, Landelino Lavilla, aunque el de algunos diputados socialistas era de 186 síes. Votaron con UCD, Coalición Democrática, la Minoría Catalana e Hipólito Gómez de las Roces, y Jesús Aizpún, del Grupo Mixto. No asistieron al Pleno, entre otros, el líder socialista Felipe González y Rafael Escuredo, presidente de la Junta de Andalucía.