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UCD no aceptará negociar la autonomía andaluza sobre la base del Estatuto de Carmona

Unión de Centro Democrático (UCD) está dispuesta a que se convoque, en el plazo más breve posible, la Asamblea de Parlamentarios andaluces que deberá redactar el proyecto de Estatuto de Autonomía para Andalucía, de acuerdo con lo previsto en el artículo 143 de la Constitución. La asamblea, no obstante, no será convocada hasta después de las elecciones vascas y catalanas. Al mismo tiempo, esa intención de redactar un proyecto de estatuto supone la no aceptación como documento base del Estatuto de Carmona, proyecto preparado el año pasado.

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El partido centrista no logró hacerse oír con suficiente claridad, según su comité ejecutivo

Esta es la principal conclusión de la reunión que mantuvo durante la noche del lunes a ayer el comité ejecutivo de UCD en el complejo de la Moncloa. A la reunión, que duró siete horas y estuvo presidida por Adolfo Suárez, asistieron otros dirigentes centristas que no forman parte del comité, como el ministro de Hacienda y diputado por Sevilla, Jaime García Añoveros, y el vicepresidente de UCD andaluza, Félix Pérez Miyares.Fuentes centristas informaron a EL PAIS que la reunión se desarrolló en cierto ambiente de tensión, y en ella se produjeron duras críticas a la gestión de la dirección del partido en la campaña del referéndum andaluz, especialmente en la campaña electoral. En este punto las censuras se dirigieron principalmente contra el secretario general, Rafael Arias-Salgado, quien, junto con su equipo, dirigió la propaganda abstencionista en el referéndum. No obstante, las críticas no dejaron de afectar al mismo presidente Suárez, como responsable último de la política del partido.

Concretamente se acusó al secretario general de que el partido no está organizado. Arias-Salgado replicó con una larga relación de datos sobre la organización andaluza de UCD. Uno de los principales críticos de la campaña fue el propio Pérez

Miyares, quien había dimitido alegando que, después de haberle hecho responsable de la organización tras el abandono de Manuel Clavero, no se le hacía caso a la hora de planificar la propaganda. Finalmente, Pérez Miyares accedió a retirar su dimisión, al menos por el momento. Para pedírselo, intervinieron Rodolfo Martín Villa y Fernando Abril.

En general, se contrapusieron las tesis de que allá donde han acudido ministros y altos cargos se consiguió resultados positivos para la abstención, con la de que esta presencia era un factor negativo que se añadía a la irritación que produjo en buena parte del electorado la propia propaganda centrista y las medidas del Gobierno. Al final se concluyó en que no es conveniente acumular personalidades en una campaña como la andaluza.

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Otra constatación común fue la de que, aunque el referéndum haya dado, técnicamente, un resultado favorable a los deseos centristas, lo cierto es que se perdió en cuanto a una repercusión en la opinión pública. «No sabemos vender nada», se dijo repetidamente. y por varios de los asistentes. Asimismo hubo acuerdo en considerar que el resultado de la consulta supuso que las previsiones de UCD eran equivocadas, aunque la sorpresa ha sido para todos.

En cuanto a la estrategia á seguir para la autonomía andaluza, de la reunión del comité ejecutivo se puede concluir que los centristas tratarán de recuperar posiciones convocando lo antes posible a la asamblea de parlamentarios que debe redactar el proyecto de Estatuto de Autonomía y presentarlo en las Cortes. No obstante, la urgencia con que en la reunión se contempló el tema vendrá matizada por las elecciones a los parlamentos vasco y catalán -que se celebran los días 9 y 20 próximos, respectivamente-, ya que por prudencia se esperará a ver los re.sullados de éstos para entrar en el tema andaluz.

De cualquier forma, según fuentes centristas, UCD parece que no está dispuesta a aceptar como documento de trabajo, de cara a una negociación, el proyecto conocido como Estatuto de Carmona, elaborado el año pasado, y en donde predominan las tesis de la izquierda. Aunque podrían valer algunos de sus contenidos -por ejemplo, en la lista de competencias no parece haber problemas-, UCD tiene serios reparos hacia lo que entiende como un excesivo centralismo de la capital de la comunidad, y desea dar mayor protagonismo a las diputaciones.

En cuanto a los órganos propios de la comunidad, en la reunión se señaló que deberían ser los necesarios para las competencias que se trasladen al ente autónomo -las más posibles, según fuentes centristas-, tanto de gestión como de normativa. Aunque esto puede significar una vaga promesa de asamblea legislativa, lo cierto es que la intención actual es que tal órgano no estuviese efectivamente en marcha hasta dentro de unos años. En la reunión del ejecutivo se insistió en que la comunidad andaluza debe tener, al final, los mismos techos autonómicos que las demás.

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