Peligra la unidad de Ciencias de la Información de Bilbao

La urgente conversión en facultad, y su inclusión en el marco de la universidad del País Vasco, parece, hoy por hoy, la única solución de pervivencia de la unidad de Ciencias de la Información de Bilbao (dependiente en la actualidad de la Universidad Autónoma de Barcelona), en situación precaria en el plano económico y académico.En el curso 1977-1978 nacía, por iniciativa de alumnos que estudiaban la carrera en Madrid, y fundamentalmente en Barcelona, la unidad de Ciencias de la Información de Bilbao, que contó con el beneplácito de los rectores de la Universidad del País Vasco y de la Autónoma de Barcelona, centro de la que se convertiría en filial. La nueva unidad, con un profesorado propio e instalaciones cedidas por la Autónoma de Bilbao, echó a andar con un plan de tres años. Se esperaba entonces que los primeros alumnos en llegar a cuarto curso verían resuelto ya el problema del obligatorio traslado a Barcelona para concluir los dos años restantes de la carrera.

Sin embargo, este extremo no se ha cumplido y, desde hace dos años, los alumnos que terminan el tercer curso (todavía en un corto número) se arreglan como pueden con cursillos y seminarios impartidos en Bilbao y exámenes trimestrales y finales en la Ciudad Condal. Esta situación va a agravarse este año, cuando en junio un par de centenares de alumnos concluyan el tercer curso.

Paralelamente a este peligro, por lo que tiene de futuro incierto, la unidad, que se autofinancia con las elevadas matrículas de los alumnos, pasa por una situación económica precaria, al soportar un déficit de varios millones de pesetas. En la actualidad cursan estudios en los tres primeros cursos de la filial barcelonesa un millar de universitarios, atendidos por cincuenta profesores y once monitores de euskera. Cada matriculado paga al año 23.000 pesetas. De esta cantidad, 12.000 pesetas son enviadas a la Universidad de Barcelona (que remite luego al centro el 60% en concepto de ayudas), y el resto queda en la unidad. Los gastos de instalaciones y la docencia -el número de profesores ha sido doblado por la avalancha de nuevos matriculados- va a imposibilitar a los responsables de la unidad el hacer efectiva la parte del total de las matrículas que debe entregarse a la Universidad de Barcelona.

La insólita situación de la unidad de Ciencias de la Información de Bilbao debía de haberse corregido antes del inicio del nuevo curso. Su conversión en facultad, para depender de la Universidad del País Vasco, tenía el beneplácito de todos los sindicatos y partidos políticos vascos (desde UCD a Herri Batasuna), el pronunciamiento favorable del Consejo General Vasco e incluso el visto bueno del Consejo de Rectores. Falta únicamente la decisión del Consejo de Ministros.