Salcines: "Salir de la marginación de la cultura en provincias"

Ayer comenzaron en Madrid una serie de actividades culturales protagonizadas por un grupo de pintores y poetas santanderinos. Una lectura de poemas en el Ateneo de Madrid, celebrada ayer, y en la que leyeron tres representantes del Grupo Cuévano, fue el primero, que será seguido por la presentación de la Antología de poesía de Cantabria, recogida y prologada por Luis Alberto Salcines, y a la que seguirá una exposición de pintores de Cuévano, que comenzará a exhibirse la próxima semana en el Palacio de Exposiciones y Congresos.

Enrique Ferrer Casamitjana, Rafael Gutiérrez Colomer y Juan Antonio Pérez del Valle, miembros del grupo Cuévano, dieron un recital ayer en el Aula de Poesía del Ateneo. Del origen del Grupo Cuévano dijeron a EL PAIS que surgió «de una primera tertulia poética que se celebraba hace tres años, todos los sábados, en el hotel Bahía. A los poetas se unieron después pintores, escultores y gente de teatro, que empezaron a llevar de una manera conjunta sus actividades, de tal modo que los recitales acompañaban las exposiciones de artistas plásticos y demás. Una revista, Cuévano, fue el medio ideal para extender un poco nuestras actividades, en general afectadas por el aislamiento de la vida cultural en provincias y por la falta de apoyo oficial a las iniciativas en este sentido. Por fin, la galería Puntal 2, de Torrelavega, se interesó por esta gente, que empezó a colgar en su sala y también a celebrar allí sus recitales. De ahí, de esas lecturas precisamente, ha surgido la antología de Salcines».Sobre esta antología titulada Poetas de Cantabria, hoy, que se presenta mañana, viernes, en el Palacio de Exposiciones y Congresos, dijo Luis Alberto Salcines: «Creo que el intento de Cuévano, en tomo al que se aglutinan la mayoría de estos poetas, constituye la que podríamos llamar segunda generación de poetas montañeses, considerando la primera experiencia la de la revista Proel.» Según Luis Alberto Salcines, los poetas recogidos en ella -Antonio Casares, Isaac Cuende, Rafael Gutiérrez Colomer, Luis Miguel Malo, María Esther García, Gloria Ruiz, Juan Antonio Pérez del Valle, Julio Sanz Sainz, Angel Sopeña, Enrique Ferrer y José Ramón Sanjuán- tienen en común «el haber publicado sus libros en la década del setenta, el marco geográfico, sensiblemente presente y común en todos ellos, y también la curiosa y paralela evolución de su poesía. Aunque hay un abanico de tendencias distintas en estos poetas, todos ellos, tras una época de poesía más o menos social, derivan a otra de tipo más intimista, en la que prestan una mayor atención al lenguaje y a la forma». Por último, dice, «también une a estos poetas su preocupación por los fenómenos culturales entendidos como actividad, extensión y participación, y todos ellos trabajan, además de en su propia obra en la que les preocupa cada vez más el oficio, por romper la marginación cultural y el abandono que supone hasta el momento hacer arte en las provincias. Aunque las edades son distintas», termina, «están juntos porque sus preocupaciones son idénticas».