El presidente Tito soporta con éxito la aplicacion del riñón arfificial
El presidente Tito puede ser mantenido con vida durante algún tiempo, confirmaron ayer los médicos que le atienden en Liubliana. El último parte anunció que desde hace días se le está aplicando al enfermo, de 87 años, la hemodiálisis (riñón artificial) «con éxito». Insisten los doctores en el debilitamiento de la función renal, pero ya, desde hace bastantes días, el corazón no es mencionado, lo que hace pensar en que las deficiencias detectadas en este órgano la semana pasada no se han repetido.La situación de Tito ha dejado de ser crítica, aunque continúe grave. Esta mejoría explica el viaje iniciado ayer a la India y Bangladesh por el ministro de Asuntos Exteriores, Josip Vrhovec, dirigido a reafirmar, mediante una acción común, la política de no alineamiento. El padre de la actual primera ministra de la India, Indira Gandhi, el pandit Nehru, fue fundador, con Tito, del movimiento de no alineación. El jefe de la diplomacia yugoslava lleva un mensaje personal de Tito para la señora Gandhi.
Este intento por consolidar el no alineamiento de la India después de la crisis de Afganistán y del fracaso de la visita del ministro de Asuntos Exteriores soviético, Andrei Gromiko, hace quince días, a Nueva Delhi, al no conseguir alinear a Indira Gandhi con las posiciones internacionales de Moscú, cobra ahora especial relieve.
Nadie piensa en la recuperación efectiva
A pesar de que ahora se acepte como posible el mantenimiento de la vida -por muy vegetativa que pueda ser- del presidente Tito, nadie piensa en una recuperación efectiva. El tema sigue siendo oficialmente tabú y un alto dirigente de la Liga de los Comunistas se limitó a decir ayer a la prensa, en Belgrado, que «todo el que nace tiene que morir».
El país lo está gobernando ya, de hecho, desde hace tiempo, la presidencia colectiva de la República de repúblicas y dos altos cargos del Partido Comunista, para quienes también funciona la colegialidad. Uno de estos últimos comentó ayer que la postración de Tito no ha impedido últimamente la toma de ninguna decisión necesaria.
La dirección interina del país ha advertido que no forzará cambios constitucionales hasta después de la muerte de Tito. Insiste también la presidencia colegiada en que no desea tomar decisiones que comprometan el futuro de la joven generación. Su poder delegado, su nombramiento a dedo por Tito y su falta de base popular explican la actitud de estos hombres.
El esfuerzo por mentalizar a la gente de que, en adelante, aquí sólo se mandará por estricto turno fue reiterado ayer por el influyente diario Politika, de Belgrado. «Lo que para muchos parecía una cosa muy lejana», escribía el diario refiriéndose a la toma de decisiones colectiva, «se ha convertido en una realidad. Este sistema de la colegialidad», añadía, «debe ahora extenderse desde la cúpula política por los organismos intermedios hasta los niveles más bajos de las. repúblicas, provincias autónomas y comunidades locales.
