EL Gobierno afirma que los autores del atentado eran expertos

Una nota oficial hecha pública ayer por el Gobierno afirma que «el examen de los restos recogidos revela que se trata de una granada de carga hueca (contra carro) modelo M-28, de fabricación norteamericana, año de fabricación 1952, lote CY 5/52, utilizados en la guerra de Corea». Por su parte, el secretario de Estado para la Información, Josep Meliá, afirmó ayer que los autores del atentado contra el helipuerto de la Moncloa habían mostrado una gran pericia.Dijo también, durante la conferencia de prensa para informar de lo tratado en el Consejo de Ministros, que no es posible concretar los ojetivos del atentado y las intenciones.

Respecto a la gravedad del hecho dijo que con anterioridad se han abortado otros y que, en todo caso, ha habido atentados mucho más importantes, que han costado la vida a guardias civiles y policías nacionales y a «honorables miembros de las fuerzas armadas».

Señaló respondiendo a otras preguntas, que se descartaba cualquier complicidad, pese a que se haya determinado el origen norteamericano del artefacto, respecto de las instalaciones militares de aquel país en España. En todo caso, dijo, se investigan todas las posibilidades, y destacó la dificultad que suponía para éstas el que se tratase de material muy viejo.

También ayer se produjo una reivindicación del atentado por parte de un grupo de extrema derecha autodenominado Unión de Patriotas Españoles, en una llamada anónima a la agencia Efe. La reivindicación parece que no tiene fundamento, a la vista de los datos aportados por ETA (p-m), que se ofrecen en esta misma página.

La nota oficial facilitada ayer tarde por la Secretaría de Estado para la Información y a la que se acompañaban dibujos técnicos sobre el explosivo, hace esta descripción de la granada:

«El lugar de lanzamiento está cercano al edificio, sin terminar, conocido como Casa de los Picos.

El sistema empleado para el lanzamiento ha sido utilizando un anzador improvisado formado por un envase de hoja de lata de una granada fumígena anticarro M-27, añadiendo un tubo de cartón del envase de la granada empleada, al parecer se apoyó para dar el ángulo de elevación en un montículo de escombros.

El sistema de lanzamiento de la granada ha consistido en un mecanimo de relojería activado eléctricamente por medio de dos pilas de petaca de 4,5 voltios. El sistema fue activado haciendo funcionar el mecanismo a las 21.05 horas, aproximadamente.

La precisión, dado el sistema de lanzamiento empleado, ha sido escasísima, y por diversas causas el tubo ha perdido su posición primi iva, produciéndose una variación de su posición inicial, modificándose el ángulo de elevación con la consiguiente pérdida de alcance y dirección.

«Los efectos de la granada», concluye la nota, «caso de haberse producido el impacto sobre un edificio, hubieran sido gravísimos. Estas granadas tienen un peso aproximado de cuatro kilos, llevando una carga explosiva de composición B, con un peso de 0,87 kilogramos de exógeno y trilita. La capacidad de perforación, de este tipo de granadas anticarro tiene una perforación en plancha de acero del orden de los 250 milímetros y más de 0,5 metros en hormigón.»