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SALUD

Nuevos descubrimientos disminuyen el rechazo de los anticonceptivos intrauterinos

Los primeros aparatos intrauterinos que se recuerdan en la historia fueron las piedras que turcos y árabes insertaban en la matriz de las camelias, para evitar que éstas quedaran embarazadas durante sus largos viajes por el desierto. Desde entonces, la anticoncepción intrauterina ha seguido un largo camino, aunque su pasado continúa siendo oscuro y su presente sigue marcado por importantes desconocimientos.

La primitiva reserva sobre la inserción de aparatos dentro del útero -la posibilidad de causar infecciones pélvicas- continúa siendo hoy el más serio argumento en contra de su utilización. La gran difusión que han alcanzado algunos infrecuentes casos desgraciados ha desanimado a usuarias potenciales y ha llevado a un ligero descenso de la popularidad de este tipo de objetos.Sin embargo, los aparatos intrauterinos son un importante método de anticoncepción, el segundo en Estados Unidos, sólo superado por las píldoras. Dos de cada tres mujeres norteamericanas utilizan una u otra forma de sistema. En términos generales, los aparatos intrauterinos son casi tan eficaces como las pastillas, a la hora de evitar un embarazo no querido y son más seguros que las píldoras en cuanto a riesgos sobre la propia vida. Como la píldora, los aparatos intrauterinos no interfieren con la actividad normal y no requieren ninguna preparación antes del coito pero, a diferencia de las mujeres que toman la píldora, las que utilizan los sistemas intrauterinos no necesitan recordar que deben hacerlo todos los días.

Nuevos aparatos intrauterinos inventados en los últimos años, prevén una mejora en la seguridad y eficacia y un aumento de la aceptación por las mujeres que quieren evitar el embarazo.

El último de ellos desprende pequeñas cantidades de hormona o de cobre para reforzar la acción anticonceptiva de un pequeño aparato, que es el que mejor se ajusta a la forma normal del útero. Estos pequeños aparatos pueden ser utilizados más fácilmente por aquellas mujeres que no han tenido nunca un niño. La mayoría de las mujeres sin niños eran incapaces de soportar los antiguos y pesados aparatos intrauterinos, razón por la cual había descendido la popularidad de éstos.

Estos nuevos instrumentos producen también menos efectos molestos, tales como menstruaciones abundantes y retortijones, problemas que empujaron a muchas mujeres a prescindir de los métodos intrauterinos de anticoncepción después de varios meses de utilización.

Sin embargo, este tipo de aparatos, en sus formas antiguas o nuevas, no pueden ser utilizados por cualquier mujer. Múltiples factores acerca de las circunstancias de vida, actitudes, anatomía y estado de salud de la mujer deben ser tenidos en cuenta antes de que estos aparatos o cualquier otro método anticonceptivo sea utilizado.

La diferencia principal entre los nuevos y viejos sistemas de anticoncepción intrauterina es que, mientras que éstos estaban diseñados para ocupar toda la cavidad del útero, lo que producía frecuentes irritaciones, aquéllos están construidos con materiales plásticos neutros, como el poliotono, y sólo ocupan la entrada del útero.

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