Para Francia, depende de Afganistán

Francia «no ha pensado ni un solo momento en la suspensión de la Conferencia sobre la Seguridad en Europa», pero, de no cambiar las dificultades actuales, creadas por la invasión de Afganistán, sería imposible mantener la reunión. Tal es, resumida, la actitud del Gobierno francés.«La Conferencia de Madrid», declaró el portavoz del palacio del Elíseo, «se sitúa en el proceso de distensión en Europa. Más concretamente, se trata de organizar la seguridad, las relaciones económicas y humanas. En una palabra, hay que desarrollar el diálogo con los países del Este. Pero ocurre que, en este momento, la URSS plantea problemas que obstaculizan ese diálogo. » Por lo expuesto, el portavoz presidencial estimó que «la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán es una condición importante para que pueda celebrarse la Conferencia de Madrid ».

En términos semejantes se manifestó el Ministerio de Asuntos Exteriores, abundando en la doctrina expuesta por su titular, JeanFrangois Poncet, según la cual, «si el clima actual no cambia, sería difícil la realización de la conferencia». Según esta misma fuente, para que ese clima cambie «la URSS tiene que tomar alguna medida importante, como lo sería un calendario preciso relativo a la retirada de sus fuerzas de Afganistán».

La actitud francesa ante la Conferencia de Madrid es un derivado de la diplomacia no alineada, que conduce el presidente de la República Valéry Giscard d'Estaing. Por una parte, hacer todo lo posible para salvar la detente (distensión): es decir, para mantener el diálogo Este-Oeste. Paralelamente, Francia apuesta a la superación de la política mundial de bloques. De aquí, precisamente, la negativa francesa, anteayer, a la reunión de los ministros de Exteriores de los cinco. principales países de Occidente. Según la interpretación de París, Estados Unidos, con dicha cumbre, pretende reorganizar el frente occidental y, a partir de ahí, afianzar de nuevo la política de bloques.