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La crisis de las embajadas

Aumenta la tensión en la embajada española en El Salvador

El ambiente de tensión en el interior de la embajada española en San Salvador, ocupada desde el mediodía del martes por las Ligas Populares 28 de Febrero, ha crecido en las últimas horas, como resultado natural del nerviosismo e incomodidad de una situación forzada como la que viven los ocho rehenes y la veintena de ocupantes.

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Dicho ambiente era claramente palpable durante la visita que en la mañana de ayer realizamos los periodistas a la sede diplomática, y se manifestó incluso en la rueda de prensa concedida por el embajador Sánchez Mesa y por el jefe del grupo ocupante, Carlos Argueta, de veintiún años, responsable también de la reciente toma de la embajada de Panamá.Los dirigentes de las LP-28 han recibido testimonios numerosos de que la ocupación de la representación española en El Salvador está produciendo efectos contrarios a los buscados por aquel grupo político. Aunque no ha trascendido de manera abierta, se sabe que en el seno de la Coordinadora Revolucionaria, en la que las LP-28 están integradas, hay serias diferencias de criterios en torno a la oportunidad de la acción, y que algunos de sus dirigentes han desaprobado, en privado, la iniciativa de las Ligas.

Los efectos de la presión internacional que dicha organización procuraba tampoco se han conseguido. Muy al contrario, partidos tan importantes como el PSOE, miembro destacado de la Internacional Socialista y con indudable influencia en América Latina, han condenado abiertamente la ocupación de la embajada española. El comunicado del PSOE, difundido ayer en San Salvador, preocupaba seriamente a Carlos Argueta, el responsable de la operación en la que nuestro país se ve involuntariamente involucrado.

Se ha hecho saber también a la dirección nacional de las Ligas que su acción ha desviado la atención internacional de las responsabilidades del Gobierno de Guatemala, en los trágicos sucesos de la embajada española en aquella capital, en los que 39 personas murieron por la acción violenta de la policía. De esta forma, aunque de manera involuntaria, las LP-28 están haciéndole el juego a la ultraderecha guatemalteca, sumamente interesada en abrir el cerco informativo ceñido en torno a dicho pais en los últimos días.

Duras negociaciones

Mientras tanto, se esperaba que en el transcurso del día de ayer se reanudaran las negociaciones iniciadas en la tarde del miércoles con tres representantes del cuerpo diplomático acreditado en El Salvador, el enviado oficial del Gobierno español y dirigentes de las Ligas. La primera cita se realizó en la sede de la Comisión de Derechos Humanos, y participaron los embajadores de Ecuador e Italia, a petición de las LP-28; Pedro Bermejo, director general de Iberoamérica, y el embajador de México, cuya colaboración solicitó el funcionario español, al conocer que,ya había participado en negoclaciones similares. Asistieron también el secretario general de las Ligas, Leoncio Pichinte, y un miembro de la dirección nacional.

La reunión duró más de dos horas, y en ella, los dirigentes revolucionarios añadieron más nombres a la lista de presos políticos, cuya liberación es condición indispensable para la resolución del caso. Pedro Bermejo, que rehusó ser más explícito, aseguró que las negociaciones eran «duras».

Como las LP-28 han ido añadiendo y quitando nombres a la lista, es difícil saber, con certeza, cuántos son los companeros cuya libertad demandan los militantes izquierdistas. Se sabe, sí, que uno de los cuatro detenidos el domingo pasado consiguió escapar cuando era trasladado por la policía. Siete miembros del Frente de Acción Popular Unificado (FAPU) fueron también puestos en libertad el mismo día de la toma de la embajada. La dirigente de la Unión Democrática Nacionalista (UDN), Norma Guevara, cuyo nombre se incluyó a mediodía del miércoles en la lista de exigencias de los ocupantes, fue presentada ayer por la policía a los periodistas y pasó a disposición judicial por posesión ¡legal de armas y de «documentos subversivos».

Los diplomáticos integrantes de la comisión negociadora visitaron, por la noche, a los miembros de la Junta de Gobierno y les trasladaron las peticiones del grupo ocupante de nuestra embajada. Las autoridades se mostraron dispuestas a resolver pacíficamente el enojoso conflicto. Luego se trasladaron a la embajada y fueron autorizados a visitar a los rehenes.

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