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El Consejo de la Revolución iraní ordena la liberación del ministro de Información

El Consejo de la Revolución iraní ha ordenado la puesta en libertad del ministro de Información, Minachi, en una decisión que aparentemente respalda el presidente Banisadr.

Minachi había sido detenido la madrugada del miércoles por los guardias de la revolución, después de que los estudiantes que ocupan la embajada norteamericana acusaran al ministro de facilitar información a la delegación diplomática estadounidense.La decisión del Consejo se produjo horas después de que Banisard lanzara su crítica más dura contra los estudiantes desde que tomó posesión de su cargo el pasado lunes.

El ministro Banisadr anunció a la prensa, al concluir la reunión del Consejo, que éste ordenó la liberación del ministro y que los documentos que acusan al funcionario sean entregados a un juez para que éste decida sobre el caso.

El fiscal general reconoció que la orden de detención de Minachi no partió de él, como legalmente está estipulado.

El periódico que dirigía Minachi, Bamdad, había sido objeto de repetidos ataques por parte de los estudiantes islámicos, y hace una semana se vio obligado a suspender su publicación.

Según los documentos exhibidos por dos de los ocupantes de la embajada ante las cámaras de televisión, y atribuidos a los diplomáticos norteamericanos, el ministro de Información iraní habría mantenido estrechas y continuadas relaciones con la embajada de Estados Unidos y habría proporcionado informes aun antes de que se consumase el hundimiento de la monarquía.

Según uno de los documentos, los diplomáticos norteamericanos definieron a Minachi como un «conservador» vinculado a los clérigos tradicionalistas y a los comerciantes del bazar, y es descrito como un «liberal» hostil al sistema represivo del sha, pero no al sistema monárquico.

Entró en contacto con la embajada norteamericana en su calidad de miembro del comité en favor de los derechos humanos en Irán, en espera del apoyo de Washinton, e intensificó sus contactos con los diplomáticos norteamericanos a medida de que su Inquietud por la creciente influencia del ajatollah Jomeini sobre el movimiento insurreccional en Irán. Apoyó, con el «aliento» de la embajada norteamericana, al Gobierno encabezado por Chapur Baitiar. Inmediatamente después del retorno de Jomeini proporcionó a la embajada la dirección de la familia del dirigente de la revolución, hasta entonces mantenida en secreto.

Pero hay algo aún más grave: los informes de los diplomáticos norteamericanos de Teherán, algunos de los cuales son señalados por los estudiantes como agentes de la CIA, cuestionan a los amigos políticos de Minachi, especialmente a Amir Entezam, antiguo embajador en Suecia -actualmente detenido por «inteligencia con el enemigo»- y Mehdi Bazargan, ex jefe del Gobierno provisional y actual miembro del Consejo de la Revolución- así como su partido: el Movimiento de Liberación de Irán.

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