Condenas de numerosos organismos
El Gobierno norteamericano expresó ayer en una declaración oficial su «profundo rechazo y condena» de los ataques a la embajadas españolas en El Salvador y Guatemala.El Gobierno norteamericano, señala la nota del Departamento de Estado, deplora la violación del status diplomático de España en El Salvador. «Como hemos indicado», añade el comunicado, «en varias ocasiones durante los últimos meses, es esencial para una efectiva operación de las relaciones internacionales que las embajadas permanezcan inviolables.»
Por su parte, el secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, recibió seguridades de la Junta de Gobierno salvadoreña de que se respetaría la inmunidad e inviolabilidad de la embajada de España, ocupada ayer por manifestantes.
El secretario general, Kurt Waldheim, actuó de inmediato a petición del embajador de España ante la ONU, Jaime de Piniés, con el que se ha mantenido en constante contacto, afirmó el portavoz oficial de la ONU, Rudi Stajduhar.
El anuncio sobre las gestiones del secretario general, que se informó fueran realizadas con la mayor urgencia a través del representante residente en El Salvador, del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP), quien retransmitió la petición al ministro encargado de relaciones exteriores, provocó múltiples preguntas al portavoz.
Varios corresponsales consideraron extraordinaria y desacostumbrada la gestión inmediata del secretario general, en comparación con otros casos similares anteriores, como los asaltos a las embajadas de Francia y Túnez en Libia, el lunes, el portavoz recordó lo ocurrido en la embajada de España en Guatemala, y dijo que en este caso no sólo se le informó de lo que ocurría, poco después de producirse, sino que se le pidió ejerciera sus buenos oficios.
El PSOE expresó ayer en un comunicado su apoyo a la lucha del pueblo salvadoreño, pero negó que ésta pueda efectuarse mediante la violencia contra representaciones diplomáticas y condenó la ocupación de la embajada española por las Ligas Populares Veintiocho de Febrero.
Alianza Popular, por su parte, lamentó en un comunicado que «España sea utilizada por unos y por otros en sus disputas internas».
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