El fiscal de Herrera de la Mancha recurre ante el juez para procesar a seis funcionarios

El fiscal de la Audiencia de Ciudad Real, que en su día solicitó del juez Eduardo Hijas el procesamiento de seis funcionarios de la cárcel de Herrera de la Mancha, por malos tratos a los presos, ha recurrido contra la negativa del juez a dictar dicho auto de procesamiento.La negativa del juez a la petición del fiscal se realizó en base a que el señor Hijas consideraba que no existían indicios de criminalidad y delito en la conducta de los seis funcionarios de Herrera: José A. Barroso, Manuel Arcilla, José Luis Malagón, Angel Moreno, Jesús Pérez y Eutiquio Gil, en contra de las declaraciones del sumario y del criterio del fiscal y de los abogados.

En su escrito de recurso, el fiscal argumenta que para dictar auto de procesamiento basta con que existan indicios racionales de delito y que se trataría, en todo caso, de un primer juicio de probabilidades y nunca de un juicio definitivo.

No obstante, en el mencionado recurso el fiscal insiste en su tesis inicial: «En el sumario existen ya pruebas suficientes como para considerar que, al menos, sí existen efectivamente indicios de delito.» Entre otras, el fiscal recuerda las declaraciones sumariales de funcionarios de Herrera que aseguran haber visto a otros compañeros suyos utilizar la violencia contra los presos, sin que mediara resistencia activa o pasiva por parte de éstos; que awparecen constantes declaraciones de presos en el sumario dando cuenta detallada de los malos tratos de que fueron objeto y, finalmente, el fiscal señala que si bien no son pruebas definitivas, pues aún no se ha concluido el sumario, sí tienen los mencionados hechos entidad suficiente, a su juicio, como para dictar una resolución provisional como es el auto de procesamiento.

Por otra parte, el juez Hijas ha vuelto a denegar las pruebas solicitadas por los abogados querellantes, tales como la realización de ruedas de reconocimiento para que los presos identifiquen a los funcionarios que presuntamente les torturaron, ya que no conocen sus nombres pero sí su aspecto fisico, y tampoco admite someter a interrogatorio a diversos funcionarios. La única prueba admitida por el juez Hijas es la declaración del director del penal de Herrera, Santiago Martínez.