Jaime Lamo se entrevista en Bruselas con el comisario agrícola de la CEE

La próxima entrega a la Comisión de la CEE del informe sobre la agricultura española, elaborado por el cornisario Finn Gundelach, preocupa a los responsables de las negociaciones hispario-comurutarias. El ministro Jaime Lamo de Espinosa se trasladó ayer a Bruselas para entrevistarse con el señor Gundelach y pasar revista a algunos puntos que habían quedado pendientes en su reciente visita a Madrid. En la entrevista estuvo también presente el ministro para las Relaciones con la CEE, Leopoldo Calvo Sotelo.Según manifestó Jaime Lamo de Espinosa, la Comunidad se muestra especialmente sensible en lo relativo al aceite de oliva, frutas, legumbres y vino, por este orden de importancia, teniendo muy en cuenta las repercusiones que estos tres sectores productivos españoles podrían producir en las economías agrícolas de terceros países del Mediterráneo.

El ministro español expuso, por su parte, los problemas que la adhesión puede causar a nuestra agricultura, especialmente en los sectores de la leche, carne de vacuno y remolacha. Insistió en la necesidad de que el Mercado Común, antes de modificar ninguno de los actuales reglamentos agrícolas, dialogue con la Administración española, y puso de manifiesto que, con cifras en la mano, no existen motivos para que la CEE tema el potencial agrícola de España, ya que, debido a condiciones climatológicas y de orografía, los rendimientos de los cultivos españoles son sensiblemente inferiores a los de otros países de la Comunidad.

El señor Lamo de Espinosa aprovechó su almuerzo con el señor Gundelach para volver a insistir en el malestar que causa en España el hecho de que nuestros cítricos reciban peor trato comunitario que los de otros países.

Interrogado sobre qué país tercero podría resultar más perjudicado por la adhesión de España al Mercado Común, Leopoldo Calvo Sotelo dijo que no existían aún estudios sobre la materia, pero añadió: «Marruecos tiene una especial significación para nosotros». El señor Calvo Sotelo reconoció igualmente que «puede resultar oportuno solicitar un protocolo financiero durante 1980», como ya informó EL PAIS.