Propuesta del PCE para culminar el Estado autonómico antes de 1983
El Comité Central del Partido Comunista de España (PCE) aprobó, el pasado domingo, una propuesta de estructuración del Estado en comunidades autónomas, que describe un mapa de dieciséis comunidades, clasificadas en tres grupos: las tres históricas, cuatro con acceso directo por la vía del artículo 151 de la Constitución y otras nueve que comenzarían por la del 143, aunque con instituciones efectivas, para después llegar a la autonomía plena. Este mapa debería estar completamente estructurado antes de las próximas elecciones generales de 1983. En todo caso, el PCE está abierto a negociar su propuesta.
Parte el documento de la consideración de que es conveniente que los esfuerzos autonómicos se centren, en un primer período, sobre el desarrollo de un número limitado de comunidades, en las que el éxito vencería las resistencias a la constitución definitiva del Estado autonómico, contando además que la actual crisis no hace recomendable centrar la atención política en repetidas consultas autonómicas. Así, el PCE plantea un plan que evite «una dinámica de ligerezas y frenazos, que amenaza con dañar seriamente este proceso».El plan parte del criterio político de que el proceso autonómico debe tender a la organización de un Estado con un sistema general de autonomías con facultades e instituciones, tales como las garantizadas por el artículo 151, aunque dado que este objetivo no puede alcanzarse simultáneamente y con igual procedimiento por todas las regiones, debe garantizarse que la vía del artículo 143 es transitoria, y que se debe garantizar a todas las comunidades que elijan esta posibilidad de reformar sus estatutos, pasados los cinco años que establece la Constitución.
Esta garantía se plasmaría en la previsión de órganos electivos propios en cada estatuto, y el compromiso escrito en su texto de que podrá efectuarse en su día la reforma aludida. Además, recuerda el PCE que el actual sistema de preautonomías tiene un período de vigencia limitado por la Constitución hasta el 3 de abril de 1982, por lo que el sistema autonómico debe quedar constituido antes de esa fecha.
Considera el PCE que, «si comunidades con un peso demográfico y político importante cubren con éxito la vía del artículo 151, quedarán superadas las más fuertes resistencias a la generalización del proceso autonómico y se producirá una orientación del Estado ya irreversible hacia el modelo general de autonomías políticas», a diferencia de las «administrativas» del artículo 143.
Revitalizar las transferencias
Simultáneamente al desarrollo de este esquema, entiende el PCE que «hay que revitalizar y normalizar (terminando con arbitrariedades del Gobierno y evitando agravios comparativos) el proceso de transferencia de competencias a las instituciones preautonómicas», ya que «en algunos casos puede tener más importancia acelerar este proceso de transferencias a los órganos preautonómicos que anticipar el proceso de iniciativa autonómica».
Más adelante, la propuesta comunista dibuja un esquema de dieciséis comunidades (ver cuadro), prácticamente coincidente con las regiones históricas. Cabe destacar que se opta por dar a Madrid una autonomía separada, aunque sin cerrar las puertas a una posterior unión a Castilla-La Mancha, así como a Rioja (Logroño) y a Cantabria (Santander), mientras se prefiere la inclusión de la provincia de León en el ente castellano-leonés.
En cuanto a las opciones de procedimiento, subraya la propuesta que las propuestas avanzadas hasta ahora desde numerosas comunidades no se encuadraban en una visión global y estaban condicionadas por una polémica sobre autonomías de primera y de segunda, y sobre ritmos, «propia de un pensamiento regionalista y nacionalista tradicional».
Así, entiende el PCE que en un enfoque global las diferentes vías no representan jerarquías o categorías distintas, sino que en los territorios con definición territorial precisa y acuerdo de las fuerzas locales fundamentales debe escogerse la vía del artículo 151, y en las demás, el del 143, con las garantías señaladas.
Al estudiar el calendario concreto, estima la propuesta comunista que no se debe agotar el límite máximo para ejercer la iniciativa -3 de abril de 1982-, en primer lugar, porque el proceso de iniciativa está ya culminado o comenzado en muchos lugares, y por el «presente grave deterioro en que se encuentran las instituciones preautonómicas». Apunta el documento que sólo medidas muy amplias y urgentes en materia de transferencias preautonómicas podrían aconsejar dilatar el plazo entre la terminación de las iniciativas y la elaboración y promulgación de los estatutos correspondientes.
Nueva llamada a la distensión
Pero, «como nada indica que esto vaya a producirse», «se opta por, recorrer rápidamente estos plazos», de forma que para la primavera de 1913 estarían promulgados todos los estatutos y realizadas las elecciones a sus órganos respectivos, evitando mezclar éstas con las generales de 1983.
En otro orden de cosas, el comité central del PCE aprobó una resolución especial, basada en el informe sobre la situación internacional expuesto por Santiago Carrillo, secretario general del partido, en la que se reitera la llamada de los comunistas españoles a la distensión y contra una nueva guerra mundial, «que significaría la destrucción de la Humanidad».
La resolución condena la intervención militar soviética en Afganistán, partiendo del respeto al principio de la no injerencia en los asuntos internos de cada país, y renueva la protesta por la deportación de Sajarov, para el que pide se le devuelva la libertad de residencia y de expresión.
Al mismo tiempo se hace un llamamiento a todas las fuerzas comunistas, socialistas, cristianas y progresistas que estén dispuestas a impedir el retorno a la guerra fría para oponerse a las tendencias a la confrontación militar, las medidas que Estados Unidos y principalmente la Administración Carter se esfuerzan por imponer, de corte de relaciones económicas, culturales y deportivas, y, al mismo tiempo, por la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán, ya que «para una fuerza revolucionaria no hay alternativa hoy a una política de paz, de distensión, de lucha por el control y disminución de los armamentos»
Vía del artículo 151
Andalucía, País Valenciano, Canarias, Baleares.
Vía del artículo 143
Asturias, Extremadura, Murcia, Aragón, Cantabria, Rioja, Madrid, Castilla-León (Avila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora), Castilla-Mancha (Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo).
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