Los hijos de Bach en el ciclo de cámara y polifonía

Programa tan inhabitual como infrecuente el dedicado a obras de Johann Christian y Carl Philipp Emanuel Bach, ambos músicos importantísimos, que, si en un primer momento eclipsaron a su padre, más tarde quedaron oscurecidos por la colosal figura de Johann Sebastian, de un lado, y por la explosión del clasicismo de otro. Así sus obras poseen el peligro de las épocas de transición, en las que el oyente espera, de algún modo, lo que está por venir, sin tener en cuenta que se trata de músicos enormemente innovadores y que sin ellos seguramente no habrían sido posibles ni un Haydn ni un Mozart. Haydn siempre reconoció su deuda hacia Carlos Felipe, que es la figura clave en la evolución de la sonata bitemática y, por tanto, del concierto y la sinfonía clásica; Mozart, en cambio, sentía verdadera devoción por Johann Cristian, al que había conocido en Londres a los ocho años, y que fue uno de los grandes impulsores del concierto para piano.Si el Dies Irae de Johan Christian es obra agradable, con momentos muy hermosos, el Magnificat de Carlos Felipe es, sin duda alguna, una obra maestra, desde su arrebatador comienzo hasta el Sicut Erat. No cabe duda de que se trata de dos obras de muy difícil montaje y, en cualquier caso, las versiones fueron más que dignas. El coro de la ABAO se mostró seguro, musical y muy grato en lo que a sonoridad se refiere. Carmelo Lorente expuso las dos obras con dominio y buena línea general, aunque tal vez un mayor contraste dinámico, una agógica más clara y una mayor expresividad habrían beneficiado a las obras sin restarles elegancia ni delicadeza; recordemos que Carlos Felipe era un gran defensor de la emotividad musical, que escribía: «Un músico no puede emocionar a otro a menos que él también esté emocionado..., es la manifestación de su propia emoción la que reclama una emoción similar en el oyente.» La Orquesta de Cámara Española colaboró con menor pulcritud que en otras ocasiones, pero con buen hacer general y cuidada sonoridad.

Entre el buen equipo de solistas cabría destacar al tenor Javier de Solaun, muy afinado, de precioso timbre y muy elegante fraseo. Jesús Sanz Remiro lució una estupenda voz de bajo, y María José Sánchez cantó con buen fraseo y timbre cristalino, sólo velados por la irregular afinación. La soprano Julia Casamayor, la mezzo María Folco y el bajo Manuel Bermúdez desempenaron sus papeles con absoluta dignidad.

Suspendidos los conciertos de la RTVE

Los conciertos de sábado y domingo, en los que debía dirigir el compositor italiano Luciano Berio, con participación de los solistas Cathy Berberian, Katia Labeque y Marielle Labeque, fueron suspendidos por causas ajenas a la Orquesta de RTVE. Según ha podido saber EL PAIS, esa causa ha sido la ocupación, por funcionarios en huelga, del salón de actos del Ministerio de Cultura, donde realiza sus ensayos dicha agrupación sinfónica.