El Gobierno italiano, reticente ante el acuerdo firmado entre Nissan y Alfa Romeo

La empresa japonesa Nissan, que acaba de llegar a un acuerdo con Motor Ibérica española para fabricar camiones en España, ha firmado también con la empresa italiana Alfa Romeo otro acuerdo, por el que ambas compañías fabricarán automóviles de media cilindrada de nuevo corte y modelo, según se confirmó ayer en esta capital. El acuerdo de Nissan, fabricante en Japón de los automóviles Datsun, con la empresa italiana tan sólo necesita el visto bueno del Gobierno italiano.

No obstante, noticias sin confirmar indican que el Gobierno italiano, que controla Alfa Romeo a través del holding estatal IRI, propietario de Alfa, está recibiendo fuertes presiones de los restantes países de la Comunidad Económica Europea para que este acuerdo no llegue a materializarse. La CEE no ve con buenos ojos la entrada de una empresa japonesa en el mercado directo europeo.

Por parte japonesa, el acuerdo con Alfa Romeo se engloba, según un portavoz de Nissan, «dentro de las conversaciones que actualmente mantenemos con otros países para fabricar automóviles» destinados al mercado europeo. A este respecto, se recuerdan los contactos infructuosos que Nissan ha llevado con ENASA y Motor Ibérica para extender el campo de cooperación mucho más lejos que la simple compra por la firma japonesa de un 34% de las acciones de Motor Ibérica, SA.

El acuerdo entre Alfa y Nissan tendrá como objetivo fabricar un automóvil con motor Alfa, de 1.500 centímetros cúbicos, y carrocería Nissan. Sería el primer automóvil con tecnología japonesa que se fabrica en Europa.

Recelos gubernamentales

Que el Gobierno italiano ve un peligro muy serio en la penetración de los japoneses en la industria automovilística italiana y europea, a través de este acuerdo con Alfa, lo demuestran las palabras de su ministro de Industria, Lombardini: «Tengo que ser muy sincero. Nuestra industria del automóvil no goza de buena salud. Si algún país intentase abrir una guerra comercial con Italia, para nosotros sería una catástrofe. Los otros productores son mucho más competitivos que nosotros en este sector y se mueven con estrategias muy concretas.»Por otra parte, el ministro piensa que el acuerdo de Alfa con los japoneses podría ayudar a la empresa italiana, pero no resolvería el problema de fondo. Y cree que el debería moverse en este sector de acuerdo con la Comunidad Europea, antes de dar pasos graves de los que podría arrepentirse.

Mientras tanto, los sindicatos esconden su malhumor porque de este acuerdo casi ultimado entre Alfa y Nissan «se han enterado por los periódicos». Lo ha dicho tajan temente Silvano Veronese, secretario nacional del Sindicato Metalúrgico, quien ha manifestado su no rotundo a este acuerdo.

Perer no todos los grupos sindicales están en esta línea. Más aún, siepodria decir que el sindicato está profundamente dividido. De lo que no duda ninguno de los líderes sindicales del sector automóvil, es que el IRI no podrá dar nin gún paso en este campo sin una negociación a fondo con ellos. En general, la preocupación mayor de los sindicatos es que una empresa fuerte como la Nissan se sirva de este acuerdo con Alfa, sobre todo, para poder penetrar a fondo en el mercado automovilístico italiano y europeo.

Algún observador ha recordado el famoso ejemplo del clavo de los jesuitas. Dicen que los japoneses son peligrosos porque, si se les permite meter un clavo en la pared de los coches, acabarán adueñándose de toda la casa.

En este tira y afloja, la FIAT acaba de anunciar que está para lanzar nada menos que siete nuevos modelos de automóvil y dispuesta a acaparar el 54% de la venta nacional.