Berrocal no quiere hacerse cargo de las deudas

El tema, Martín Berrocal-Taurina Hispalense-Diodoro Canorea está al rojo vivo y puede estallar o enfriarse, según sea el resultado de la reunión que hoy celebra la sociedad y que el consejero delegado de la misma, José Luis Martín Berrocal, califica de trascendentalísima.

En esta reunión, Canorea rendirá cuentas sobre su actuación como consejero delegado de Taurina Hispalense y empresario de Las Ventas durante 1979, que en el aspecto económico arroja pérdidas muy superiores a lo que se preveía al finalizar la temporada, pues se cifran en cerca de 110 millones de pesetas, «que aún pueden ser bastantes más», según fuentes cercanas al empresario.Martín Berrocal, que entró en la sociedad para avalarla y con la condición de tener, a cambio, los poderes absolutos, no está dispuesto a hacerse cargo de ninguna de las deudas y en la reunión de hoy planteará su determinación de que sigue adelante en la sociedad y al frente de la empresa de Las Ventas si se parte de cero, sin números rojos, y por supuesto con todo el poder ejecutivo en sus manos.

Por otra parte, la Diputación Provincial exige que Taurina Hispalense presente aval bancario por la totalidad del canon de arrendamiento y, como el pasado día 19 el aval que recibió sólo era por la mitad, ha dado plazo para que se entregue la otra mitad. Berrocal está dispuesto a ser de nuevo el avalista, pero exige el contraaval de los socios de Taurina Hispalense, y esto va a ser otro de los puntos clave de la reunión.

Si hay acuerdo en todo y la sociedad, con Berrocal al frente, sigue adelante, éste propondrá su equipo de gestión, en el que figura en un destacado puesto Angel Luis Bienvenida. Victorino Martín, en cambio, de quien se había hablado insistentemente como responsable de la contratación de ganaderías, podría haber declinado la oferta.

Si no hay acuerdo y Martín Berrocal se retira del negocio, Taurina Hispalense tendrá que afrontar de nuevo el compromiso del aval (esta vez, íntegro) y los derivados de las restantes condiciones que el pleno de la Diputación celebrado el pasado lunes impuso para autorizar el cambio de titularidad del arrendamiento de Las Ventas. Esto quizá podría suponer que la sociedad desistiera de seguir adelante en la explotación de Las Ventas, pues varios de sus accionistas no parecen estar dispuestos a vivir de nuevo la aventura de dejarse un buen montón de millones de pesetas en el capítulo de las pérdidas.

Pero, mientras tanto, la Diputación insiste en que el único interlocutor que reconoce como válido en el arrendamiento de Las Ventas es Canorea, según está previsto en la escritura pública que se firmó el pasado mes de abril, y esto puede poner en entredicho la cesión por parte de la sociedad de plenos poderes a Berrocal, ya que Diodoro Canorea reivindicará parte de los mismos para poder cumplir con su función de responsable único del cumplimiento del contrato.

Es un verdadero galimatías que se agravaría en el caso de que la sociedad dejara agotar el plazo de presentación de aval sin presentarlo, pues la fecha límite es el 6 de marzo, la Diputación rescindiría entonces el contrato, y se encontraría en pleno comienzo de temporada, sin que hubiera empresario para Las Ventas.